Torre de marfil

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a) Tu cuello, como torre de marfil” (Cant. 7,5). La amada de Dios como ninguna, es cuello según los SS. Padres, que al ser Corredentora, Medianera de todas las gracias y Madre de la Iglesia, nos une a todos sus miembros con nuestra Cabeza, Cristo. Y junto con la belleza del marfil tiene la fortaleza de una torre. Su poder le viene de su hijo, que en 
versos de un poeta le dice: “Qué te podré negar de ningún modo, pues que siendo yo tuyo, es tuyo todo?”. Omnipotencia suplicante y Madre nuestra, es Ella la torre segura donde nos refugiamos en nuestras debilidades y tentaciones? 
b) “Junto a la Cruz de Jesús estaba su Madre” (Jn. 19,25). Virtud de fortaleza es emprender obras difíciles, y no cejar a pesar de las contrariedades. Empresa ardua y costosa como ninguna la de Cristo, continuada por nosotros en nuestra salvación y la del mundo. Más difícil hoy por la confusión reinante y el materialismo que nos invade. Estoy junto a Cristo con mi fe manifestada en las palabras y en las obras? Hago acopio de fortaleza con María frente al crucifijo?

Fuente: cristorey.org