María, Vaso Honorable

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

María, ante tus pies vengo esta mañana con mi espíritu abierto a tu amor de Madre. Nadie merece el honor más que tú, pues al ser la Madre del Salvador, te has convertido también en la nuestra. Eres un instrumento del Espíritu Santo tan honrado y tan admirable que, desde luego, debes sentirte feliz. ¿Cómo iba a elegir Dios a alguien que no mereciera ser la digna y honrada morada de su Hijo? Sólo tú has tenido esta suerte. Y deja que te felicite con todo mi corazón. Esa mano que pone la cabeza sobre mí, eres tú. No sabes ni te puedes imaginar el impacto espiritual que ejerces sobre mí. Es increíble. Ante esta invocación, miro mi vida para ver si hay algo en ella que no brille con el honor que requieres de mi. 

Fuente: autorescatolicos.org