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María,
maestra de oración
San
Josemaría Escrivá de Balaguer
El
amor a nuestra Madre será soplo que encienda en lumbre viva las
brasas de virtudes que están ocultas en el rescoldo de tu
tibieza. (Camino, 492)
07 de mayo de 2000
Ama
a la Señora. Y Ella te obtendrá gracia abundante para vencer en
esta lucha cotidiana. -Y no servirán de nada al maldito esas
cosas perversas, que suben y suben, hirviendo dentro de ti, hasta
querer anegar con su podredumbre bienoliente los grandes ideales,
los mandatos sublimes que Cristo mismo ha puesto en tu corazón.
-"¡Serviam!" (Camino, 493)
A Jesús siempre se va y se "vuelve" por María. (Camino,
495)
María, Maestra de oración. -Mira cómo pide a su Hijo, en Caná.
Y cómo insiste, sin desanimarse, con perseverancia. -Y cómo
logra.
-Aprende. (Camino, 502)
No se puede llevar una vida limpia sin la ayuda divina. Dios
quiere nuestra humildad, quiere que le pidamos su ayuda, a través
de nuestra Madre y Madre suya.
Tienes que decir a la Virgen, ahora mismo, en la soledad acompañada
de tu corazón, hablando sin ruido de palabras: Madre mía, este
pobre corazón mío se rebela algunas veces... Pero si tú me
ayudas... –Y te ayudará, para que lo guardes limpio y sigas por
el camino a que Dios te ha llamado: la Virgen te facilitará
siempre el cumplimiento de la Voluntad de Dios. (Surco, 315)
Fuente:
opusdei.es
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