Virgen de Cuapa 

Padre Ángel Peña O.A.R


El vidente, Bernardo Martínez, persona humilde, sacristán de una pequeña capilla del pueblo de Cuapa (Nicaragua), escribió el relato para su obispo, Monseñor Pablo Antonio Vega. Veamos lo que dice el vidente sobre su aparición del 8 de mayo de 1980:

“Era una bellísima Señora. Los pies los tenía descalzos. El vestido era blanco y largo. Tenía una cinta celeste en la cintura. Manga larga. La cubría un manto de color crema pálido con bordados de oro en la orilla. Las manos las tenía juntas sobre el pecho. Parecía la imagen de la Virgen de Fátima. Yo me quedé inmóvil. No tuve acción de correr ni de gritar. No tuve miedo. Tuve sorpresa... Ella extendió los brazos como la Medalla Milagrosa y de las manos salieron rayos de luz más fuertes que el sol y los rayos, que salían de sus manos, daban hacia mi pecho. Yo le dije: ¿Cómo se llama Usted? Ella me contestó con una voz dulcísima que jamás he oído de ninguna mujer ni persona, que se llamaba María... Le pregunté, entonces, que de dónde venía. Me dijo con la misa dulzura: Vengo del cielo. Soy la madre de Jesús... ¿Qué quiere? Ella me respondió: Quiero que recen el rosario todos los días... No quiero que lo recen solamente en el mes de mayo. Quiero que lo recen permanentemente en familia desde los niños que tengan uso de razón, que lo recen en una hora fija, cuando ya no haya problemas con los quehaceres del hogar”.

Ella me explicó que al Señor no le gustan las oraciones que hacemos a la ligera o mecánicamente. Por eso, nos recomienda el rezo del rosario con la lectura de las citas bíblicas y que pongamos en práctica la Palabra de Dios... Y me dijo: “Amense, cumplan sus deberes con amor. Hagan la paz. No pidan sólo la paz; porque, si ustedes no la hacen, no habrá paz”. Después me dijo: “Renueva los cinco primeros sábados. Muchas gracias recibieron ustedes, cuando los hicieron... Reza, hijo mío, el rosario por todo el mundo. Dile a creyentes y a no creyentes que al mundo lo acechan graves peligros... Pidan por la paz mundial y por la conversión de los pecadores, y acepten los sufrimientos inevitables de la vida. Ofrézcanlos por la paz y por la santificación personal”.

El obispo no ha querido dar un juicio definitivo, pero hizo publicar una relación de las apariciones con una aprobación discreta. Bernardo fue ordenado sacerdote el 8 de agosto de 1995.