Orar ante Iconos: El Icono de la Madre de Dios

 

Padre Alberto María, fmp.

 

 

 
 

Dios cumple siempre sus promesas

María lo volverá a recordar: «Acogió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia [como lo había prometido] en favor de Abrahám y su descendencia para siempre». Siempre, siempre, cumple todas y cada una de sus promesas. 
Basta hacer un breve o largo recorrido por la Escritura -o por toda nuestra historia- para poder proclamar con la Madre de Dios la fidelidad del Señor y el cumplimiento de todas y cada una de sus promesas.
Lo que ocurre, a veces, es que nosotros queremos adelantar el tiempo de Dios o imponerle nuestro momento olvidando que sólo somos hombres y no Dios y, por consiguiente, con una naturaleza dañada por el pecado. 
Y, así, creemos que tal cosa es determinante que ocurra ahora o que sea de determinada manera, sin reconocer o darnos cuenta de que somos miopes y tenemos nuestra vista con necesidad de corrección.
Lo importante -nos recuerda la Madre de Dios- es que tengamos claro que Dios es el Señor y nosotros sus siervos, que su misericordia llega siempre y que El es un Dios fiel.
Guardemos la enseñanza de la Madre de Dios en nuestro corazón, que no pase desapercibida por la puerta de nuestro corazón, que no se nos olvide, que seamos capaces de guardarla y, como Ella, vivirla, porque entonces en donde Ella está hoy, estaremos también nosotros.