Consagración a la Virgen de Fátima

 

Autor:

 

 

Santisima Virgen de Fatima, Madre de Dios y madre mia: ¡Cómo me regocijo en ser tu esclavo de amor!. Te entrego y consagro mi cuerpo y mi alma, con todos mis bienes exteriores e interiores, naturales y 
sobrenaturales, pasados, presentes y futuros. ¡Madre mia! Yo renuncio a mi propia voluntad, a mis pecados, a mis disposiciones e intenciones: quiero únicamente lo que tu quieres; me arrojo en tu 
purísimo Corazón abrasado de amor, perfectisimo molde al que debo ajustarme; en él me escondo y me anonado, para orar, obrar y sufrir siempre en tí por ti y para tí, a la mayor gloria de Jesucristo, tu divino Hijo, que vive y reina con el Padre, en la unidad del Espiritu SAnto, y es Dios, por los siglos de los siglos. 
Amén