Novena a la Virgen del Carmen

Padre José Antonio Medina, ocd


Presentación
Sabemos que la participación en la Sagrada Liturgia no abarca toda la vida espiritual del cristiano. que está llamado a orar, solo y en comunidad. Por eso se nos "recomienda encarecidamente los ejercicios piadosos. con tal que sean conformes a las leyes y normas de la Iglesia" (Vaticano II, Sacrosanctum Concilum, 12) 

Entre estos ejercicios piadosos, fruto muchas veces de la piedad popular encontramos entre los más comunes a las llamadas "novenas" que desde tiempos inmemoriales han acompañado el camino de fe del pueblo de Dios. 

En el trato de amistad con quien sabemos que nos ama, seguimos creyendo, en la vigencia y utilidad de las novenas, pero presentadas de una manera renovada más bíblicas. más litúrgicas, más de cara a las necesidades e ilusiones del hombre de hoy Esta "Novena a la Virgen del Carmen" está escrita en esta perspectiva.
Puede ser rezada, de manera particular o comumtaria, por una o varias intenciones. Y es conveniente. aunque no obligatorio, comenzarla el día 7, como preparación al día 16 en el que recordamos cada mes y muy especialmente en julio, a la Madre, Patrona, Reina y Hermosura del Carmelo. 

Que Ella te acompañe y proteja siempre, y que encuentres en su Escapulario, el signo de un amor que nunca olvida el amor de una Madre. 

P. José Antonio Medina, ocd. 

Oración Principal
Puestos en la presencia de DIOS, nuestro Padre y de María Santísima, nuestra Madre, disponemos nuestro corazón para este momento de oración y comunión, haciendo la señal de la cruz. "En el nombre del Padre, y del Hilo y del Espíritu Santo Amén " Pedimos perdón por nuestros pecados y la gracia particular que queremos alcanzar de esta Novena 

Oración Inicial:
Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión con una meta concreta, la de conocerte más y amarte mejor Ilumínanos, Señora de la luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a recibir, meditar, vivir y proclamar la palabra de Dios, y como Madre espiritual: que acompaña el desarrollo de nuestra existencia cristiana desde el bautismo hasta la plenitud en Cristo Rosa del Carmelo, perfúmanos en alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos Estrella del mar, conduce la barca de nuestra vida en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la patria Reina del Cielo, que un día, Junto a ti, gocemos de una eternidad para proclamar la grandeza del Señor porque el Poderoso hizo en ti maravillas Amén 

(Se pasa al día correspondiente de la Novena) 

Primer Día 

Monición:
¡Bendita tú, Madre del Carmen, por tu disponibilidad para con Dios y para con nosotros al responder con generosidad a su plan de salvación! 

Lectura Bíblica: 
"El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen, desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la Virgen se llamaba María El ángel entrando en su presencia, dijo: `Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo´ " (Lucas 1. 26 - 28) 

Reflexión: 
María desde su Inmaculada Concepción fue "llena de gracia" Dios otorgó a su Madre el don gratuito de la santidad esencial con miras a su cooperación ala obra redentora como Madre del Verbo Eterno, y en previsión de los méritos de Cristo.
Pero María no se quedó sólo con esto, trabajó incansablemente por acrecentar esa santidad inicial y corresponder a la misión personal que el Padre le había encomendado. 

Así, en una entrega rebosante y creciente, con alma grande y generosidad, María se convierte en la Madre de la Divina Gracia Asunta ya a los cielos, continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna.
Nosotros nacimos en pecado y por el bautismo fuimos regenerados, muriendo al pecado y naciendo a la vida de la gracia.
Hemos de vivir "vida mariana" como un signo de nuestra respuesta al llamado universal a la santidad. 

Oración: 
Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María, Madre y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo Que vive y reina por los siglos de los siglos Amén 

(Se dice la oración conclusiva de la Novena) 

Segundo Día 

Monición: 
¡Dichosa tú, Virgen del Carmen, por tu fe inmensa y profunda, por testimoniarla en el gozo y en el dolor, por ser en fe y en amor "la esclava del Señor"! 

Lectura Bíblica: 
"En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo: y exclamando con gran voz, dijo: `,Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre´ . ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor! " (Lucas 1, 39 - 4s) 

Reflexión: 
Isabel proclama dichosa a María por su fe María es la mujer de fe siempre, y en la Encarnación la manifiesta con un "Si" incondicional que la convierte en Madre de Dios. Primero recibe en la fe al que luego recibe hecho Hombre en su seno bendito.
Esta fe de María es coronada luego en la prueba suprema del Calvario, donde el Corazón Inmaculado de María es traspasado por la "espada de dolor" que había sido profetizada por el anciano Simeón. 

María es la primer creyente de la Iglesia y es una luz que brilla ante el pueblo peregrinante de Dios y lo precede como signo de esperanza cierta y de consuelo hasta que llegue el día del Señor. 

Nuestra vida cristiana es una vida de fe con exigencias permanentes, que debe ser demostrada en obras concretas, en el testimonio heroico ante un mundo, que pese a las apariencias, sigue teniendo hambre de Dios 

Oración: 
¡Oh, Dios!, que desde la eternidad predestinaste a tu Hijo igual a Ti, y a la Santísima Virgen María, Nuestra Señora del Carmen, para Madre suya y la asociaste a la obra de la Redención, te pedimos nos concedas por su intercesión, crecer siempre en la fe y testimoniarla con las obras por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 

(Se dice la oración conclusiva de la Novena) 

Tercer Día 

Monición: 
¡Gracias. Virgen del Carmen, por tu presencia maternal, por tu mano siempre tendida para ayudarnos, por tu servicio misericordioso en el camino de la vida! 

Lectura Bíblica: 
"Se celebraba una boda en Caná de Galilea. y estaba allí la madre de Jesús Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos, Y, como faltaba vino, le dice a Jesús su madre. `No tienen vino´. Jesús le responde. `Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora´ Su madre dijo a los sirvientes `Haced lo que el os diga´.. Y los discípulos creyeron en él" (Juan 2, 1 - 12) 

Reflexión: 
María aparece en este relato evangélico en una actitud que le es característica su preocupación por las necesidades de los hombres María discretamente pide, y consigue de Cristo el "signo", después de una aparente negativa. 

El gesto de María nos habla de un corazón rebosante de amor fraterno y solicitud maternal. La caridad, hecha delicadeza, es la que ha puesto en labios de María la súplica que desata la Omnipotencia de su Hijo, nuestro Señor Misericordioso. 

Es el cumplimiento del "mandamiento nuevo" de Cristo. Que hay que vivirlo. con oportunidad o sin ella, porque sigue siendo nuevo, porque muy poco ha sido "usado" y vivido en la búsqueda del bien de cada hermano. 

Los cristianos tenemos que superar nuestros egoísmos y pequeñeces, para llegar a la sublime experiencia del amor fraterno, entretejido, como el de María, de comprensión, delicadeza y servicio. 

Oración: 
¡Oh, Dios, que quisiste que tu Verbo tomara carne en las purísimas entrañas de la Bienaventurada Virgen María, y que por tu solicitud para con todos la has dado como Madre común, te pedimos, por intercesión de Nuestra Señora del Carmelo, que vivamos la caridad en perfecta comunión por Jesucristo, nuestro Señor Amén. 

(Se dice la oración conclusiva de la Novena) 

Cuarto Día 

Monición: 
¡Bendita tú, Madre del Carmen, por tu escucha atenta a la Palabra, por tu docilidad a la Gracia de Dios, por ser modelo de discípulo del Señor! 

Lectura Bíblica: 
"Se presentaron donde él su madre y sus hermanos, pero no podían llegar hasta él a causa de la gente. Le anunciaron. `Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte´ Pero él les respondió `Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la practican´ " (Lucas 8, 19 - 21) 

Reflexión: 
Nadie como María ha escuchado y puesto por obra la Palabra En la Anunciación, María a la escucha de la Palabra de Dios transmitida por el ángel, con fe y obediencia. la acepta y el Verbo se hace carne en sus entrañas virginales. 

La Iglesia nos abre los tesoros de la Biblia, sobre todo en la celebración de la Palabra en la Santa Misa, y nos recomienda la asidua lectura personal y comunitaria de la Palabra de Dios, para alcanzar el sublime conocimiento de Cristo. 

Hemos de hacer, por tanto, de la Palabra Divina nuestro alimento frecuente en nuestro caminar de fe, sabiendo que Jesús nos enseña que el que en verdad lo ama, cumple su Palabra. 

Los que vestimos el Escapulario del Carmen debemos imitar a nuestra Madre "guardando la Palabra de Dios y meditándola en nuestro corazón". Esta actitud ante la Sagrada Escritura es uno de los signos distintivos de una auténtica vida mariana. 

Oración: 
Señor, que por la plena disponibilidad de María que dio fruto en la escucha atenta de la Palabra, has regenerado al género humano: te pedimos por la poderosa intercesión de la Virgen del Carmen, un asiduo y frecuente trato con la Sagrada Escritura y poder hacerla vida en nosotros por Jesucristo, nuestro Señor Amén, 

(Se dice la oración conclusiva de la Novena) 

Quinto Día 

Monición: 
¡Bienaventurada tú, Virgen del Carmen, por haber meditado en la oración la Palabra, por haberla guardado como el más grande tesoro, por ser modelo de orante fiel. 

Lectura Bíblica: 
"Y dilo María `Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí su nombre es santo. Y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación´ " (Lucas 1, 46 - 50) 

Reflexión: 
Estas vibrantes palabras de María ponen de manifiesto que ha sido la gran orante Reza en el hogar y reza en el templo. Recita a diario las oraciones rituales y se entrega al trato amistoso con Dios en la intimidad de la oración. María, en su oración, ante todo, se preocupa por adorar y alabar a Dios, con espíritu de gratitud, y no tiene a menos el pedir con humildad, porque sabe que el Padre Celestial se resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. El hombre es un pobre que todo lo necesita de Dios, y por eso, necesita orar Como mendigo de Dios, debe acudir a Él en busca de ayuda para sus necesidades Como criatura, ha de reconocer el dominio del Creador con la adoración y la alabanza. La Virgen es guía segura en los difíciles y apasionantes caminos de la oración Y hoy, más que nunca, y a su ejemplo, debemos recordar la consigna oracional de Jesús. "Es preciso orar siempre, sin desfallecer". 

Oración: 
¡Oh, Dios, concede a tus siervos la gracia de tus dones y tener por intercesora en la vida de oración a la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, para que entrando en su escuela orante, avancemos en ella, siempre, sin dejarnos vencer por nada Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor Amén 

(Se dice la oración conclusiva de la Novena) 

Sexto Día 

Monición: 
¡Gracias. Virgen María del Monte Carmelo, por haber custodiado tu alma y tu cuerpo, y por habernos dado como Redentor al fruto bendito de tu vientre, Jesús! 

Lectura Bíblica: 
"Y María dijo al ángel: `¿Cómo será esto (de concebir y dar a luz un hijo), pues no conozco varón?´ El ángel le contestó, `El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios´ " (Lucas 1 . 34 - 35) 

Reflexión: 
Al anuncio del ángel María pone un reparo su virginidad. Pero como para Dios no hay imposible, María será a un tiempo Virgen y Madre Así recibe su fecundidad virginal como un don exquisito de la gracia y como un prodigio del poder de Dios. 

En el sagrado momento de la Encarnación se ha cumplido el viejo vaticinio: `La virgen está encinta .,´ Y la noche de Belén lo contempla hecho realidad, ´ .y da a luz un hijo y le pone por nombre Emmanuel, que significa. Dios con nosotros´ 

La bienaventuranza de la pureza del corazón parece que no es para muchos Cristo la aconseja a los que quieren conseguir la libertad del corazón para entregarse a la plenitud del Amor. 

Todos, sin embargo, debemos vivir la "pureza del corazón" según nuestro propio estado y condición El Escapulario del Carmen al ser memorial de la Virgen, es "espejo de pureza y castidad", camino para un día poder ver a Dios 

Oración: 
¡Oh, Dios!, que por la fecunda virginidad de María Santísima has dado al género humano el premio de la salvación, te suplicamos nos concedas a tus siervos, por la Intercesión de la Virgen del Carmen, la gracia de tener el corazón puro y ser así, siempre templos de tu Espíritu. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor Amén 

(Se dice la oración conclusiva de la Novena) 

Séptimo Día 

Monición: 
¡Bendita tú, Madre del Carmen, en tu humilde y silencioso trabajo en la casa de Nazaret, por tu docilidad al deber de estado, por tu correspondencia a la gracia de Dios! 

Lectura Bíblica: 
"Sucedió que viniendo a su patria, Jesús se puso a enseñar en la sinagoga, de tal manera que la gente decía, llena de admiración `¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros´ ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María?´ Y sus parientes, ¿no están todos entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?´ Y se escandalizaban a causa de él" (Mateo 13, 53 - 57) 

Reflexión: 
Los nazaretanos tienen a Jesús por hijo del carpintero, y por carpintero Y María era esposa de un trabajador y madre de otro trabajador. Y Ella trabajaba, como toda esposa y madre, en los quehaceres del hogar. Qué cercana nos resulta esta María que realiza los trabajos de la casa cocinar, lavar, coser, barrer. Aunque tiene títulos muy honrosos, que lindo es proclamarla así: Nuestra Señora del Trabajo. 

Dios hizo al hombre para trabajar como al pájaro para volar. El pecado original manchó el trabajo y lo tornó penoso Pero Cristo lo redimió y nos redimió con su trabajo, y así es medio para configurarnos con Cristo, que quiso ser un obrero. 

La auténtica devoción a María debe incluir una profunda responsabilidad en nuestro propio deber de estado, expresa en el trabajo diario realzado dignamente Ofrezcamos nuestra diana labor por manos de María Santísima 

Oración: 
Dios, Creador y Padre de todos los hombres, que adornaste a la Orden del Carmelo con el singular título de la Bienaventurada Virgen y Madre tuya, María concédenos, escudados por su protección que nunca nos falte el trabajo y podamos realizarlo dignamente por Jesucristo, nuestro Señor Amén 

(Se dice la oración conclusiva de la Novena) 

Octavo Día 

Monición: 
¡Dichosa tú, Virgen del Carmen, por tu fe estuviste de pie junto a la cruz de tu Hijo, enséñanos el gran secreto de saber sufrir, con amor y esperanza confiada! 

Lectura Bíblica: 
"Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor Simeón movido por el Espíritu Santo, vino al Templo, y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, le tomó en brazos, le dio la bendición y dijo a María `Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, será signo de contradicción, así quedará clara la actitud de muchos corazones. ¡Y a ti misma una espada te atravesará el alma´ " (Lucas 2, 22 - 35). 

Reflexión: 
Esta profecía del dolor de María tendrá puntual cumplimiento a lo largo de la vida de Nuestra Señora. Pero la espada del vaticinio desgarrará sobre todo las entrañas maternales de María en la pasión y muerte de su Hijo. Dios no ha creado el dolor ni el hombre fue creado para el sufrimiento. Fue el pecado original el que lo introdujo en la familia humana con su larga caravana de torturas físicas y sufrimientos morales Cristo asumió voluntariamente el dolor, haciéndolo instrumento de redención. Desde entonces el hombre tiene el privilegio de poder completar lo que falta a los padecimientos de Cristo. sufriendo por su Cuerpo que es la Iglesia. Por el Escapulario estamos consagrados al Corazón de María un Corazón traspasado por la espada del sufrimiento y que nos ayuda a saber "padecer", reconociendo que, como lo vivieron los santos sólo se va "por la cruz a la luz" 

Oración: 
Dios, Padre Misericordioso, que quisiste que tu Hijo nos redimiera por medio de su muerte en cruz, te rogamos que derrames tu gracia en nuestras almas y por la intercesión de Nuestra Señora del Carmelo, nos concedas tomar con alegría la cruz cotidiana y que ésta sea camino real para el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén 

(Se dice la oración conclusiva de la Novena) 

Noveno Día 

Monición: 
¡Bienaventurada tú, Nuestra Señora del Carmelo. Porque nos dejaste en tu Escapulario un signo vivo y salvífico, que correspondamos con amor a este don! 

Lectura Bíblica: 
`Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre. `Mujer, ahí tienes a tu hijo´ Luego dice al discípulo `Ahí tienes a tu madre´ Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa " (Juan 19. 25-27) 

Reflexión: 
Cristo, moribundo, encomienda a María a los cuidados del discípulo amado Pero estas palabras tienen un sentido más universal. La Iglesia toda está representada en la persona de Juan y recibe como suyo el testamento "Ahí tienes a tu madre". Cada hijo de Dios, cada hombre bautizado, se contempla prefigurado en Juan, recibiendo a María como Madre espiritual. Así como tenemos en Dios un Padre Misericordioso, en María tenemos a nuestra Madre Celestial. Sabemos que la devoción a María es una nota esencial de nuestra vida cristiana, porque hemos nacido espiritualmente de la Virgen Ella nos ha alimentado, vestido, amparado y protegido en los momentos de peligro. Esta verdad de fe asumimos al vestir a diario el Escapulario de la Virgen del Carmen, él es prenda y señal de la protección de la Madre de Dios Nosotros imitando las virtudes de María nos hacemos acreedores de su ayuda en la vida y en la muerte 

Oración: 
Señor, Dios Nuestro, que al llevar como signo de consagración a María, el Escapulario de la Virgen del Carmen, seamos protegidos siempre por Ella y nos sirva de estímulo ante las exigencias del Evangelio de tu Hijo y de esperanza en alcanzar un día la vida eterna por Jesucristo, nuestro Señor Amén. 

(Se dice la oración conclusiva de la Novena) 

Oración Conclusiva
Habiendo meditado la palabra de Dios y la reflexión propuesta, rezamos al Padre la oración de todos sus hijos, el "Padre Nuestro" y a nuestra Madre el `Ave María" y terminamos con el siguiente Acto de Consagración: 

Virgen del Carmen, mi buena y amantísima Madre, soy todo tuyo, y por tantas razones por ser la predilecta del Padre. 

Por haber realizado en ti el Espíritu Santo la encarnación de la palabra por ser ejemplar de la Iglesia, en la que, después de Cristo ocupas el lugar más alto y a la vez más próximo a nosotros Por estar reconocida como Madre de Dios, Madre de Cristo y Madre de los Hombres porque todos los creyentes te llaman bienaventurada. 

Por tener nosotros en tu Escapulario un signo de tu protección y unión con el Salvador, y un programa de imitación de tus virtudes. Porque en tu promesa nos ofreces ayuda en los peligros del espíritu y del cuerpo. Acudo a ti, Mediadora universal entre Dios y los hombres, y me consagro a honrarte especialmente bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, en obsequio de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Fuente: yocreo.com