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El Santo Rosario San
Josemaría Escrivá de Balaguer
Letanías
Estalla
ahora la letanía lauretana, siempre con esplendor de luz nueva y
color y sentido distintos.
Clamores al Señor, a Cristo;
peticiones a cada una de las personas divinas, y a la Santísima
Trinidad; piropos encendidos a Santa María: Madre de Cristo,
Madre Inmaculada, Madre del Buen Consejo, Madre del Creador, Madre
del Salvador..., Virgen prudentísima..., Asiento de la
Sabiduría, Rosa mística, Torre de David, Arca de la Alianza,
Estrella de la mañana..., Refugio de los pecadores, Consoladora
de los afligidos, Auxilio de los cristianos...
Y el reconocimiento de su reinado
—Regina! —¡Reina!— y el de su mediación: Sub
tuum præsidium confugimus, —bajo tu protección nos
acogemos, Santa Madre de Dios..., líbranos de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita.
Ruega por nosotros, Reina del
Santísimo Rosario, para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de nuestro Señor Jesucristo.
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