El
regalo del Rosario
Padre Tomás Rodríguez Carbajo
Sabemos
que el regalo es un medio para expresar un sentimiento de
gratitud hacia alguien, o para estimular el recuerdo de
quien lo proporcionó.
Cuando
se elige un regalo, se puede tener en cuenta varias cosas:
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Los gustos
de quien se va a beneficiar.
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El aprecio,
estima o gustos de quien regalo.
Si
analizamos los regalos que hemos recibido o con los que
hemos obsequiado, nos daremos cuenta que el regalo es un
medio estupendo de comunicarnos con nuestros iguales.
¿Tiene
sentido regalar un Rosario?. Siendo creyente el que hace el
regalo y también el que lo recibe, no sólo no tiene
sentido, sino que es un regalo exquisito, pues, el aceptarlo
es un libre compromiso de rezarlo, y
para el que lo regala es una señal del aprecio en
que tiene esta devoción, pues, si “de la abundancia del
corazón habla la lengua...” ¿qué no diremos de quien
regala algo para él tan querido?.
Juan
Pablo II tiene una predilección por el rezo del Santo
Rosario, ¡Cuantas fotografías nos lo presentan con el
rosario en la mano!: A veces arrodillado en un reclinatorio,
otras veces de pie, y no con pocas paseando por los jardines
del Vaticano o en la azotea de su apartamento, lo hace muy
de prisa, suele rezar le rosario mientras camina.
El
lo reza, lo comparte con nosotros y quiere que nosotros lo
recemos. De las veces que ha venido a España ha tenido
significativos gestos relativos al rezo del Rosario:
"
El 6 de
noviembre de 1982 rezó a las 8 de la noche desde el Pilar
el Rosario para todo el mundo por los micrófonos de la
Radio Vaticana.
"
En varios
santuarios marianos ha dejado como recuerdo un rosario:
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En su visita
a España en 1982 dejó en el Pilar un rosario y un solideo.
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En
Montserrat le dejó a la Virgen como recuerdo un Rosario el
7 de noviembre de 1982.
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En su visita
a España como peregrino de Santiago, el 21 de agosto de
1989 después de orar un largo rato (16´) delante de la
imagen de la Santina en la Cueva Santa, él mismo colocó un
rosario en la mano de la imagen como recuerdo de tan querida
visita.
"
El Papa no
pierde oportunidad para que en su encuentro con las
autoridades sea fructífero y pueda así cuajar en frutos
personales de santidad. En su peregrinación a Santiago el
Papa en el intercambio de regalos con S. M. Juan Carlos le
obsequio con un rosario, y lo mismo hizo con el Príncipe
Felipe, Heredero de la Corona después de la recepción
concedida al Patrimonio de Covadonga, “al finalizar el
acto se intercambiaron regalos el Papa, el Príncipe de
Asturias y el Presidente del Principado, pero ya de camino a
la gruta de la Virgen y fuera de protocolo, el Papa le regaló
un rosario al Príncipe Felipe y le comentó que, aunque hacía
un par de días había regalado otros, a su padre: “bueno,
aquí tiene uno para usted”. (Ecclesia).
¿Qué
decir de la apertura del Año Mariano, el 6 de junio de
1987, en el que S.S.
Juan Pablo II hizo una oración por la paz mundial en
al basílica de Santa María la Mayor, de Roma, consistente
en el rezo del Santo Rosario contestado simultáneamente por
los Principales santuarios marianos de los cinco
continentes: Fátima (Portugal), Lourdes (Francia), Munich
(Alemania), El Pilar (España), Knoch (Irlanda), Czastochowa
(Polonia), Washington (EEUU) Guadalupe (México), Lujan
(Argentina), Dakar (Senegal), Manila (Filipinas), y Bombay
(India). El Papa desgranó sus Avemarías en Ingles, español,
francés, portugués, italiano, alemán y polaco. Ha sido el
Rosario más multitudinario de toda la historia.
La
técnica al servicio del hombre ha puesto a nuestro alcance
el poder rezar el rosario con el Papa, así encontramos en
el mercado dos casetes con el rezo del rosario dirigido por
Juan Pablo II, con comentario a los Misterios, todo en
castellano.
Nadie
pone en duda el amor tierno que el Papa tiene a la Virgen,
lo detecta la M. de su escudo pontifical, las visitas a los
santuarios marianos con motivo de sus viajes apostólicos,
los regalos que hace, el aprecio y estima por defender la
devoción del Santo Rosario.
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