El escapulario del Carmen

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Historia para un encuentro con Dios.
Colaboración de Lumen Dei

La Liturgia aplica a la Virgen estas palabras de la Sagrada Escritura: «Quien me encuentra, encuentra la vida y alcanza la salvación de Dios» (Pr 8, 34); y «Los que me honran obtendrán la vida eterna» (Si 24, 30).

Hace unos días festejábamos la fiesta del Inmaculado Corazón de María. María, su Rosario y el Escapulario del Carmen son inseparables. El Escapulario es el signo exterior de nuestra consagración al Inmaculado Corazón.

Para la Vida Eterna

Nadie ignora cuánto ha contribuido a avivar la fe católica y a enmendar las costumbres el amor a la Santísima Madre de Dios... Figura en primer lugar la devoción al santo escapulario de los carmelitas... No se trata de cosas de poca importancia, sino de la adquisición de la vida eterna, en virtud de la tradicional promesa de la Beatísima Virgen; se trata de la empresa más importante, y del modo más seguro de llevarla a cabo. Ciertamente, el sagrado escapulario, como vestidura mariana, es signo y garantía de la protección de la Madre de Dios...» (Pío XII, 11 de febrero de 1950).

A San Simón Stock.

Este es el escapulario más importante y extendido, el más alabado por los Santos Padres. Según una venerable tradición, la Virgen se apareció a San Simón Stock y le prometió que los que mueran vistiendo el Escapulario del Carmen no se condenarán, aunque no se debe vivir mal, con pereza y presunción, de manera que se haga indigno de morir con él puesto.

Del poder y de la verdad de esta promesa hay abundantes testimonios. Citamos aquí uno brevemente:

Para muestra, basta un botón.

Río Grande, Brasil. Del Hospital llamaron a un Padre Carmelita a asistir a una moribunda. Cuando llegó, ella ya estaba sin sentido. El Padre sospechó que ella no tenía disposición para que los sacramentos administrados produjesen fruto en su alma. «Pedí un escapulario del Carmen y se lo impuse, pidiendo al mismo tiempo con mucho fervor a la Virgen que se apiadase de la infeliz. Apenas la enferma recibió el escapulario, recuperó perfectamente el uso de la razón y de los sentidos; fue instruida en las verdades de la fe, pues era muy ignorante, se confesó y recibió el Sacramento de la Unción. Poco después murió. Los que conocieron el caso tienen por un extraordinario favor de la Virgen del Carmen que recuperase los sentidos y recibiese los sacramentos».

¿Que es?

La difusión del escapulario de la Virgen del Carmen es verdaderamente universal y sin duda se le aplican las palabras conciliares sobre las prácticas y ejercicios de piedad «recomendados a lo largo de los siglos por el Magisterio» (Pablo VI).

Es el escapulario una forma reducida del hábito religioso de la Orden de Hermanos de la bienaventurada Virgen del Monte Carmelo, un hábito sin mangas, abierto por los costados, que se mete por la cabeza, descansa sobre los hombros y cae una parte hacia delante y otra hacia atrás. Actualmente se ha simplificado para los seglares y está compuesto por dos pedazos de paño de color marrón, unidos por cordones o cintas. Se lleva suspendido del cuello permanentemente.

El escapulario es un signo exterior de la relación especial, filial y confiada, que se establece entre la Virgen, Reina y Madre del Carmelo, y los devotos que se confían a su intercesión maternal; recuerda la primacía de la vida espiritual y la necesidad de la oración.

El escapulario se impone con un rito particular de la Iglesia, en el que se declara que «recuerda el propósito bautismal de revestirse de Cristo, con la ayuda de la Virgen Madre, solícita de nuestra conformación con el Verbo hecho hombre, para alabanza de la Trinidad, para que llevando el vestido nupcial, lleguemos a la patria del cielo». (Ritual Romano de imposición).

La imposición del escapulario del Carmen, como la de otros escapularios, se debe reconducir a la seriedad de sus orígenes: no debe ser un acto más o menos improvisado, sino el momento final de una cuidadosa preparación, en la que el fiel se hace consciente de la naturaleza y de los objetivos de la asociación a la que se adhiere y de los compromisos de vida que asume.