Plegaria a María en su Asunción

Siervo de Dios SS. Juan Pablo II

 

Homilía. 15-VIII-2001

4. "Hoy los hijos de la Iglesia en la tierra celebran con júbilo el tránsito de la Virgen a la ciudad superior, la Jerusalén celestial" (Laudes et hymni, VI). Así canta la liturgia armenia hoy. Hago mías estas palabras, pensando en la peregrinación apostólica a Kazajstán y Armenia que, si Dios quiere, realizaré dentro de poco más de un mes. A ti, María, te encomiendo el éxito de esta nueva etapa de mi servicio a la Iglesia y al mundo. Te pido que ayudes a los creyentes a ser centinelas de la esperanza que no defrauda, y a proclamar sin cesar que Cristo es el vencedor del mal y de la muerte. Ilumina tú, Mujer fiel, a la humanidad de nuestro tiempo, para que comprenda que la vida de todo hombre no se extingue en un puñado de polvo, sino que está llamada a un destino de felicidad eterna. 

María, "que eres la alegría del cielo y de la tierra", vela y ruega por nosotros y por el mundo entero, ahora y siempre. Amén. 

Fuente: vatican.va