A Tí, Virgen lauretana, confiados, dirigimos nuestra mirada

Siervo de Dios SS. Juan Pablo II

 

Mensaje del SS Juan Pablo II con motivo de la VI jornada mundial del enfermo 11-II-1998

A Tí, Virgen lauretana, confiados, dirigimos nuestra mirada.

A Tí, "vida, dulzura, esperanza nuestra", pedimos la gracia de saber esperar el alba del tercer milenio con los mismos sentimientos que vibraban en tu corazón, mientras esperabas el nacimiento de tu Hijo Jesús.

Que tu protección nos libere del pesimismo, haciéndonos entrever en medio de las sombras de nuestro tiempo las huellas luminosas de la presencia del Señor.

A tu ternura de madre confiamos las lágrimas, los suspiros y las esperanzas de los enfermos. Te pedimos que descienda, sobre sus heridas, benéfico, el bálsamo de la consolación y de la esperanza y que, unido al de Jesús, su dolor se transforme en instrumento de redención.

Que tu ejemplo nos guíe para que nuestra existencia sea una contínua alabanza al amor de Dios. Haz que seamos atentos a las necesidades de los demás, solícitos para ayudar a los que sufren, capaces de acompañar al que está solo, constructores de esperanza allí donde se consuman los dramas del hombre.

En cada etapa, alegre o triste, de nuestro camino, con amor de madre, muéstranos a "tu Hijo Jesús, ¡oh clemente, oh pía, oh dulce Virgen María!".

 Amén.

Fuente: vatican.va