María santísima, Madre de Dios y Madre de la Iglesia

Siervo de Dios SS. Juan Pablo II

 

Discurso durante la visita a la Iglesia de los Padres Basilianos Greco-Católicos. 11 de junio de 1999

Madre de Dios, venerada por los querubines
y los serafines,
mira con benignidad a esta Iglesia católica oriental.
Ayuda a tus hijos,herederos del bautismo de san Vladimiro,
para que confiesen con valentía la fe en tu Hijo y,
llenos de amor, se conviertan en testigos
del amor inefable de Dios,
uno y trino, ante todos los que buscan ese amor.
Fortalece su esperanza
en el camino hacia la casa del Padre.

Con mi bendición apostólica.

¡Alabado sea Jesucristo! 

Fuente: vatican.va