Nuestra Señora del Buen Aire

Siervo de Dios SS. Juan Pablo II


Angelus, Visita pastoral a Cerdeña. Domingo 20 de octubre de 1985

Te consagro, Virgen Santísima, la Iglesia que está en Cerdeña y su población, buena y laboriosa: te consagro sus sufrimientos y esperanzas, sus angustias y aspiraciones.

Asiste, María, a la gente de esta isla, que recurre a Ti llena de confianza en tu santuario del Buen Aire pidiendo socorro en las luchas entre el bien y el mal que agitan al mundo actual. Demuestra una vez más que eres Madre de bondad y de misericordia.

Quiero confiarte una intención especial, Virgen Santa, que te has manifestado en este lugar tan entrañable para las gentes de Cerdeña: Derrama también desde aquí tu protección materna sobre los Pastores de la Iglesia que pronto se reunirán en el Sínodo extraordinario, con el fin de verificar los resultados del Concilio y desarrollar su eficacia para bien de la Iglesia.

El trabajo que les espera es difícil y complejo: necesitarán espíritu de sacrificio, discernimiento en las valoraciones, prudencia y valentía en las decisiones, escucha atenta de la verdad, fidelidad al espíritu del Concilio, atención a las necesidades de los hombres de hoy.

Sé Tú, Nuestra Señora del Buen Aire, su guía y su apoyo, a fin de que el trabajo, que van a comenzar, suscite en el pueblo cristiano renovado compromiso en la puesta en práctica de lo que en el Concilio "el Espíritu ha dicho a la Iglesia".

Fuente: vatican.va