Oración a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

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He aquí, oh Madre del Perpetuo Socorro, a tus
pies, un miserable pecador que a ti recurre y
en ti confía. Oh Madre de misericordia, ten
piedad de mi. Oigo que lodos te llaman el refugio
y la esperanza de los pecadores. Entonces,
se tú mi refugio y mi esperanza. Por amor
a Jesús, socórreme: dale la mano a un pobre
caído que se entrega y se recomienda a ti.
Yo bendigo y doy gracias a Dios por haberse
dignado concederme esta confianza en ti, la
cual considero un galardón de mi salvación
eterna.
¡Ah! es verdad que en el pasado, cuando tuve
la desgracia de caer, a ti no recurrí. Por esto,
oh mi Madre muy benigna, no me niegues socorro,
pues sé que con el seré vencedor. ¡Si!
Sé que vienes en mi socorro, si a ti me recomiendo.
Pero, temo las ocasiones de pecar; recelo
dejar de invocar tu auxilio y, por esto, perderme.
Es esta la gracia que te pido y a ti me
conjuro para que me la concedas. .
Haz, por 10 tanto, oh María, que yo a ti recurra
en lodos los ataques que me haga el infierno y
que yo pueda decirle continuamente: iMaría
ayúdame! iMadre del Perpetuo Socorro, no permitas
que yo pierda a mi Dios!
Amen.