|
En la entrega, por la novia, del ramo a la Virgen
Autor:
María, Madre de Manjavacas, hoy nos tienes aquí a tus
plantas, después de habernos unido por el sacramento del
matrimonio. Nuestros corazones rebosan de alegría. Esa
alegría que siempre vemos reflejada en tu cara. Por eso,
Virgen de Manjavacas, queremos pedirte que extiendas esta
alegría y felicidad a todos los días de nuestra vida. Haz
que cada día este amor que ahora borbotea en nuestro ser se
ahonde y fructifique en nuestra vida. Que seamos capaces de
traspasar este amor, como tú hiciste en Caná, a todos los
que convivan con nosotros. El ramo que ponemos a tus pies
flor de nuestro amor, queremos que tú lo fundas en nuestros
corazones, y nos una en un amor tan estrecho que permanezca
tantos años como tú vives el amor a todos los moteños.
Enséñanos, María, a querernos de verdad. Ponemos nuestro
matrimonio en tus manos. Que cada vez que en nuestra vida
vengamos a verte, tu mirada caldee en nosotros el rescoldo
de amor que ahora sentimos arder en nuestros corazones.
Amén.
Fuente:
|
|