Jaculatorias

 

Abogada y refugio de los pecadores, asísteme en el trance de mi muerte y ábreme las puertas del cielo. 

Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, madre de Dios.

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Concededme vuestro omnipotente auxilio y haced que yo os lo pida sin cesar. Así sea. 

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro!, proteged también a los que amo: al Santo Padre, a la Iglesia, a mi patria, a mi familia, a mis amigos y enemigos, a todos los pecadores y en fin a las almas del Purgatorio. Venid en su socorro. Así sea. 

¡Oh María Madre del Perpetuo Socorro! rogad por mí. Mi Protector, San Alfonso, haced que en todas mis necesidades, recurra a María. 

¡Oh Madre mía!, ¡Oh esperanza mía!

¡Oh María, que entrasteis en el mundo sin mancha! Alcanzadme de Dios, que yo salga de él sin culpa.

¡Madre mía, confianza mía!

Gloriosa reina del Carmen, ruega por nosotros.

Inmaculada reina de la paz, ruega por nosotros.

Madre de amor, de dolor y misericordia, ruega por nosotros.

Madre de misericordia, ruega por nosotros.

Madre del Perpetuo Socorro, rogad por nosotros.

María, esperanza nuestra, ten piedad de nosotros.

María, madre de gracia, madre de misericordia, protégenos del enemigo y ampáranos en la hora de la muerte.

María, virgen madre de Dios, ruega por mí.

Muestra que eres Madre.

Nuestra Señora del Pilar, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros.

Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Oh María, haz que viva en Dios, con Dios y por Dios.

Oh María, que entrasteis en el mundo sin pecado, obténme la gracia de salir sin pecado de esta vida.

Oh Santa Madre, haz que las llagas de tu Hijo queden impresas en mi corazón.

Reina de los apóstoles, ruega por nosotros.

Reina del santísimo rosario, ruega por nosotros.

Santa María Libertadora, rogad por nosotros y por las ánimas del purgatorio.

Santa María, esclava del Señor, ruega por nosotros.

Santa María, esperanza nuestra, asiento de la sabiduría, ruega por nosotros.

Santa María, estrella de Oriente, ayuda a tus hijos.

Santa María, líbranos de las penas del infierno.

Reina de los Apóstoles. ruega por nosotros.

"Tú, María, que velas sobre tu Hijo omnipotente, 
danos tus ojos para contemplarlo con fe:
danos tu corazón para adorarlo con amor." 
Juan Pablo II

Virgen del Pilar o de Montserrat o de Lourdes (o de cualquier advocación aprobada), rogad por nosotros.

Corazón dulcísimo de María, prepárame un camino seguro

Purísimo Corazón de María, sed mi salvación. Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte.

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía (núm. 19)*.

Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía (núm. 19)*. 

Jesús, José y María, descanse en vuestros brazos en paz el alma mía.

Oh María, alcanzadme el dolor de los pecados y el perdón de ellos.

Por tu limpia concepción, ¡Oh soberana Princesa!, una muy grande pureza te pido de corazón.

San José, San Miguel, Angel de mi guarda, socorredme y rogad por mí.

Santa María, esperanza nuestra, asiento de la sabiduría, ruega por nosotros. 

Santa María, esperanza nuestra, esclava del Señor, ruega por nosotros. 

Santa María, estrella de Oriente, ayuda a tus hijos. 

Santa María, Madre del amor hermoso, ayuda a tus hijos.

Jesús, María y José, iluminadnos, protegednos y salvadnos. Así sea.

Madre mía amantisima, en todos los instantes de mi vida, acúerdate de mí, miserable pecador. 

Acueducto de las divinas gracias, concédeme abundancia de lágrimas para llorar mis pecados.

Reina de cielos y tierra, sé mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos. 

Inmaculada hija de Joaquín y Ana, alcánzame de tu Santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación. 

Virgen dolorosísima, ruega por nosotros.

Virgen, Madre de Dios, María, rogad a Jesús por mi.