María

 

Padre Javier Leoz

 

María:
Tenemos una vida complicada.
Hacemos una vida complicada a los demás.
Y, lo peor de todo, es que entre tanto problema que tenemos olvidamos que Dios nos acompaña en medio de todo.
Tú, al recibir la noticia del Angel,  no te avergonzaste.
Te pusiste en camino, asumiste las consecuencias de aquel anuncio.
Hoy, María, queremos que pidas ante Dios
por la fe de nuestros pueblos.
Por la fe de nuestras familias.
Por la fe de los niños y de los jóvenes.
Por la fe de los sacerdotes y de los catequistas.
Por la fe de los profesores y de los obreros.
Por la fe de los padres y de las madres.
Que no tengamos vergüenza en manifestar públicamente
que somos cristianos y, que por lo tanto,
Dios ocupa una parte importante de nuestra vida.
Amén.