María, mi gloria y mi alabanza

Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

María, mi gloria y mi alabanza. Gracias por este nuevo día o esta noche. Por todo me siento agradecido contigo. Bajo este inmenso cielo, en el silencio y en la soledad, te digo con toda mi alma las palabras del himno. Haz que te honre cada día y, de esta manera, el pecado no haga presa de mí, sino que camine durante la jornada envuelta en el esplendor de tus maravillas. Quiero abrazarte con mi corazón y tratarte como mi madre, amiga y confidente. Gracias.