Oración a la Virgen Dolorosa

 

 

Cristina Cantarelli

 

 

Estabas frente a tu Hijo agonizante,
firme, estólida como una roca,
y aún sin comprender porqué el Amor
era así torturado y humillado,
tu alma aún respondía al Padre:
¡ Hágase Tu voluntad!
Tus ojos llenos de lágrimas,
clavados en los de Jesús
cegados por la sangre de 
su corona de espinas,
mantenían un mudo diálogo
lleno de dolor y profunda ternura.
La quebrada voz del Hijo 
te convirtió en nuestra Madre
y Tú llena de piedad nos adoptaste.
María te ruego nos enseñes 
a aceptar las pruebas que Dios nos
ponga en el camino;
recuérdanos que nuestro dolor
ayuda a Jesús a llevar Su cruz...
le permite descansar brevemente
del enorme peso del madero 
sobre su Cuerpo flagelado y sangrante.
Dulce Madre, ayúdanos a mantener
nuestra calma en el dolor,
con la firme Fé de saber que así
Dios nos purifica.
Acepta Madre de bondad,
nuestro amor imperfecto por Tí
y Tu Hijo: conviértelo en un bálsamo
que alivie las heridas que en Tí
y Él hemos causado con nuestros pecados.
Permite que tal como Tú lo hiciste,
nuestros ojos jamás se aparten
de los ojos de Jesús y de los tuyos...
y que nuestro mudo diálogo
dure por toda la eternidad. 

AMEN.