Oración a la Virgen de la Peña

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Virgen de la Peña, que quisiste fijar tu morada en estas verdes y ásperas montañas de Tartagal, para ver mejor desde lo alto de las cumbres las necesidades de tus hijos, hoy llegamos a tu santuario, trayéndote la flor perfumada de nuestro corazón. 

La depositamos en tus plantas, para que tú las riegues con las benéficas plantas de tu amor maternal. Hemos dejado la pesadez de las llanuras y hemos subido a tu santa montaña para estar mas cerca de ti y respirar el aire divino de tu misericordia que todo lo fortalece y lo santifica. 

¡Oh bella morada del cerro!, que este reencuentro contigo sea el reencuentro con cada uno de nuestros hermanos. Tu que eres la Madre de Dios y nuestra, todo lo puedes. Préstanos, pues, tu valiosa ayuda para que podamos llegar un día a la resplandeciente Peña del paraíso y reinar eternamente contigo. Así sea. 

"Oh Peña bendita de Yariguarenda, en donde se asienta el trono de amor".