Himno de la Anunciación 

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Acuérdate de nosotros. Virgen totalmente santa,
Virgen también después del paño.
Concédenos, por estas humildes súplicas,
los grandes dones de tu rico tesoro, oh llena de gracia
Llegue hacia ti, con digna celebración de alabanza,
nuestro himno y el de todas las criaturas.
Llena de gracia,
madre de Dios y arca de santificación.
Que nuestra primera alabanza sea la
que el arcángel te ofreció, exclamando:
¡Salve, llena de gracia, el Señor está contigo!
Todas las generaciones te llamarán bienaventurada.
Las jerarquías celestes de los ángeles,
junto con los hombres, con las manos alzadas
te bendicen. Bendita en los cielos,
y así aclamada en la tierra:
¡Bendita entre las mujeres
y bendito el fruto de tu vientre!
La primera jerarquía de los Tronos,
los Querubines y Serafines te bendicen, exclamando:
¡Bendita tú entre las mujeres!
y bendito el seno que llevó a Dios
y los pechos que lo amamantaron.
La segunda jerarquía de Potestades.
Fuerzas y Dominaciones te contemplan, gritando:
¡Bendita tú entre las mujeres...!
Igualmente la tercera jerarquía de los Ángeles
y Arcángeles
con la voz del arcángel Gabriel,
eleva un himno margífíco, exclamando:
¡Salve, llena de gracia, el Señor está contigo!
Y nosotros... con las bocas llenas
de las alabanzas de Dios
tomamos prestados estos acentos
y te glorificamos exclamando en voz alta:
¡Salve, llena de gracia, el Señor está contigo!
Ruega por nosotros. Señora, reina y madre de Dios,
porque tú eres de nuestra estirpe
y Dios ha sido engendrado por ti
y de ti ha tomado un cuerpo.
A él le conviene la gloria, la magnificencia y el honor,
la adoración, la acción de gracias,
junto al Padre sin principio
y al Espíritu Santo bueno y vivificante,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén