Aclamación a María 

San Cirilo de Alejandría


Salve, María, madre de Dios,
tesoro sagrado del universo,
antorcha inextinguible,
corona de la virginidad,
centro de la ortodoxia,
templo indestructible,
tabernáculo de aquel
a quien el mundo no puede contener,
Madre y Virgen.
Gracias a ti es alabado en el evangelio
aquel que viene en nombre del Señor.
Salve, tú que en el seno virginal
has contenido al excelso.
Gracias a ti
es venerada la cruz
y adorada en toda la tierra;
el cielo exulta,
se alegran los ángeles y los arcángeles,
los demonios son expulsados,
el diablo tentador cae del cielo.
Gracias a ti la humanidad caída
fue elevada hasta el cielo
y la creación entera, servidora de los ídolos,
se ha convertido al conocimiento de la verdad.
Por ti el santo bautismo
es el óleo de júbilo para los fieles,
por ti se alegran las iglesias de toda la tierra,
por ti la multitud se recoge en unidad.
¿Qué debo decir todavía?
Por ti la luz, el unigénito Hijo de Dios,
brilló para los que yacían
en las tinieblas y en la sombra de muerte;
por ti los profetas predijeron el futuro,
los apóstoles anunciaron la salvación de las gentes,
los muertos resucitaron...