Jaculatorias

cristorey.org

 

1-- Madre dolorosa, ruega por nosotros. 
2-- Madre mía, esperanza mía. 
3— Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las 
promesas de Jesucristo. 
4— Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros. 
5— Santa Madre de Dios, siempre Virgen María, intercede por nosotros. 
6— Madre mía, líbrame de pecado mortal. 
7— María, esperanza nuestra, ten piedad de nosotros. 
8— Santa María, líbranos de las penas del infierno. 
9— Virgen María, Madre de Jesús, haznos santos. 
10— María, haz que viva en Dios, con Dios y por Dios. 
11—María, Madre de Gracia, madre de misericordia, defiéndenos del enemigo y ampáranos en la 
hora de la muerte. 
12— Bendíganos la Virgen María y su piadoso Hijo. 
13— Tú eres mi Madre, Virgen María, defiéndeme para que jamás ofenda a tu querido Hijo, y 
para que siempre y en todas las cosas le agrade. 
14— Madre del Perpetuo Socorro, ruega por nosotros. 
15— Santa María, purifica mi corazón y mi cuerpo. 
16— Madre santa, llévame contigo. 
17— María, haz que tus hijos perseveremos en tu amor. 
18— María, que entraste al mundo sin pecado alguno, alcánzame de Dios que yo pueda salir de 
esta vida sin pecado. 
19— Bendita sea la santa e Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, Madre 
de Dios. 
20— María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti. 
21— María, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y santifica mi alma. 
22— Acepta mis alabanzas, Virgen sagrada; fortaléceme contra tus enemigos. 
23— Nos cum prole pia – benedicat Virgo María. 
24— Reina de nuestra vocación, rogad por nosotros. 
25— Ave María Purísima, sin pecado concebida. 
26— Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros. 
27— Dulce Corazón de María – ser la salvación mía. 
28— Oh María, concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Vos. 
29— Bendita y alabada sea la purísima Concepción de María Santísima concebida sin mancha 
de pecado original. 
30— Bendita y alabada sea la hora en que María Santísima vino en carne mortal a Zaragoza. 
31— Oh María!, perseveren tus hijos en tu amor.
32— Oh María, Reina del cielo!, rogad por nosotros y alcanzadnos muchos y santos sacerdotes. 
33— Inmaculada Reina de la paz, ruega por nosotros. 
34— Madre de los huérfanos, ruega por nosotros. 
35— La Virgen!; el amor a la Virgen es lo único que llena, lo demás... yo no comprendo que 
haya almas a las cuales la Virgen les sea indiferente y no vivan de Ella, pues se complican 
mucho la vida. (Teresita González Quevedo, + 1950). 
36— Ay!, qué Madre tenemos en el cielo... Hay que amarla mucho, quererla de verdad. 
(Teresita González Quevedo, + 1950). 
37— No estaré seguro de mi salvación mientras no esté seguro de mi devoción a la Virgen 
(San Juan Berchmans, + 1621). 38— El Carmelo existe por María, y María es todo para el Carmelo: en su origen, en su historia, 
en su vida de luchas y triunfos, en su misma vida interior de espiritualidad carmelitana. (El 
cardenal carmelita J. Adeodato Piazza, + 1957). 
39— La misión del carmelita es continuar en este mundo el amor que María profesó a Jesús en 
la tierra. (Juan de Hildesheim, + 1357). 
40— Más quisiera estar sin pellejo que sin devoción a Nuestra Señora. (S. Juan d Avila, + 
1569). 
41— Dudo de las personas que no tienen devoción a la Santísima Virgen (San Francisco de 
Borga + 1572). 
42— Madre mía, que quien me mire te vea. (Teresita González Quevedo, + 1950). 
43— Qué dicha el tener el Santo Escapulario! Yo, si no hubiese sido por él –por la devoción a la 
Virgen--, tal vez no hubiese entrado en el Instituto! (Teresita González Quevedo, + 1950). 
44— Cuánto quiero a la Santísima Virgen, yo creo que más no la puedo querer! La Virgen 
nunca falla. (Teresita González Quevedo, + 1950). 
45— Oh María, sedme propicia! (S. Estanislao de Kostka, + 1568). 
46— Madre y Hermosura del Carmelo – Rogad por nosotros. 
47— Madre mía amantísima, en todos los instantes de mi vida, acordaos de mí, miserable 
pecador. 
48— Acueducto de las divinas gracias, concededme abundancia de lágrimas, para llorar mis 
pecados. 
49— Reina de los cielos y tierra, sed mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos. 
50— Inmacualda hija de Joaquín y Ana, alcanzadme de vuestro Santísimo Hijo las gracias que 
necesito para mi salvación. 
51— Abogada y refugio de los pecadores, asistidme en el trance de mi muerte y abridme las 
puertas del cielo. 
52— Esperanza de todos los carmelitas. –Rogad por nosotros. 
53— Madre, aquí tenéis a vuestro hijo. 
54— En vos, Madre mía dulcísima, he puesto toda mi confianza y nunca jamás seré 
confundido.