María, Madre de la Pasión

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Madre del amor generoso,
siempre dispuesta a acoger los caminos,
tantas veces tortuosos de Dios-Padre,
que aceptaste su Palabra con todas las consecuencias,
y, por eso, caminaste fiada en su promesa,
incluso sin entender sus designios,
pero que tú siempre creíste que eran de amor.

Así, con enorme valor y entereza,
estuviste en el Calvario,
para hacer compañía a tu Hijo amado,
e infundirle la fuerza que da el amor
cuando es plenamente gratuito y fiel.

Míranos una vez más, Madre,
a tus hijos adoptados en la cumbre del Calvario
y a los que tú amas con corazón entrañable.
Permítenos acompañarte,
en cercanía y piedad filial,
y así descubrir y experimentar
toda la fuerza del amor gratuito y fiel.
Y así aprender de Jesús y de ti
lo que significa disponibilidad y fidelidad
a los designios de Dios-Padre,
siempre a favor de sus otros hijos,
nuestros hermanos.

Fuente: Santuario de Angosto, PP Pasionistas, Vilanañe, Alava, España