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Salve María, Madre, Maestra y Reina nuestra. Escucha benignamente la súplica que según los anhelos de tu Hijo Jesús..”Rueguen para que el dueño de la mies envíe obreros a su viña.
Mira con ojos de misericordia a los millones y millones d personas que forman la humanidad. Son muchos los hombres que se hallan perdidos en las tinieblas, sin un padre, sin un maestro, un pastor que los guíe. El Señor te constituyó apóstol para que tú dieras al mundo a Jesús Camino, Vedad y Vida. Si recurren a ti encontrarán el camino para llegar a Jesús.
Que por ti todos los católicos trabajen esforzadamente a favor de todas las vocaciones y de todos los apóstoles.
Que por ti todos los católicos trabajen esforzadamente a favor de todas las vocaciones y de todos los apóstoles.
Que por ti trabajen todos los fieles por todos los que no lo son.
Todos los fervorosos por todos los indiferentes, todos los católicos por todos los que no lo son.
Que por ti todos los llamados correspondan, todos los apóstoles sean santos y todos los hombres los reciban,
Tu corazón se ha ensanchado al pie de la Cruz, para recibirnos a todos como hijos tuyos.
Danos un corazón apostólico, modelado sobre el tuyo, el de Jesús y el de san Pablo, para que un día, podamos encontrarnos reunidos, apóstoles y fieles, en torno a ti en el cielo.
Bendice a tus hijos, María, Madre, Maestra y Reina.
Fuente: paulinas.org.ar
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