Invocaciones a María

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- Toda hermosa eres, María, fuente de gracia, aurora del Sol de justicia, Dios te salve.
- Por tu mediación maternal, devuelve a los hombres la paz, la paz que se apoya en la justicia y en el amor para todos.

- Estrella hermosa que anuncia el día, Virgen pobre y suplicante, espejo del Señor.
- Pon bajo tu amparo a los hombres y mujeres de la Vida Consagrada. Que sean testigos que iluminen y anuncien el misterio escondido de Dios.

- Dolorosa al pie de la Cruz, madre de misericordia, prodigio de amor.
- Vuelve tus ojos sobre los hijos del dolor, crucificados en el hambre, la injusticia, la soledad y la muerte.

- Puerta luminosa de la gloria, siempre vida inmaculada, Reina del cielo.
- Alégrate en tu Hijo resucitado y danos la alegría de sentarnos contigo en el banquete del cielo.

- Madre que guardas en tu corazón la Palabra, bendita tú entre las mujeres, discípula y madre a la vez.
- Danos tu silencio y paz para escuchar su voz. Fórmanos en la Fragua de tu corazón.

- Morada de la luz, templo del Espíritu, Madre purísima del Señor.
- Haznos orantes como tú; hombres y mujeres de silencio, de ofrenda y de súplica.

- Purísima doncella, compasiva por ser mujer y madre, Madre del hermoso amor.
- Protege a nuestras familias, que no les falten los bienes del cuerpo y del espíritu, que reine siempre la fidelidad, la ternura y el perdón.

- Madre Inmaculada, luz hermosa y claro día, graciosa belleza en la que Dios se recrea.
- Haz que los niños y jóvenes crezcan, como tu Hijo, en sabiduría, en gracia, en salud y belleza.

- Bendita tú entre las mujeres, por el Hijo bendito de tu vientre, Madre de todos los hombres.
- Mira con compasión a todas las mujeres de este mundo. Que los pueblos respeten su dignidad y que en la Iglesia sepamos reconocer todos su carismas.

- Madre de la Iglesia, que nos has dado a Cristo, flor del Espíritu Santo.
- No permitas que vivamos como hermanos separados los que tenemos una misma fe, un solo Bautismo, y un mismo Padre.

- Vida, esperanza y dulzura, mujer vestida del sol, con la luna bajo tus pies y una corona de doce estrellas.
- Ampara a los que mueren y guíalos hasta la Patria celestial. Enséñanos a seguirte cuando nos llegue la muerte y tú nos lleves al cielo.

- Madre de la esperanza, compañera purísima del Adviento, Virgen fecunda.
- Haznos vigilantes ante las presencias cotidianas de tu Hijo. Cólmanos con la esperanza de gozar del cielo que tú nos prometes. 

Fuente: claret.org