Oración de dolor de los pecados

San Alfonso María de Ligorio

 

Bendita Madre mía, María;
no sólo con una espada,
sino con tantas cuantas son mis pecados
te he traspasado el corazón.

Señora mía, no eres tú, la inocente,
sino yo, reo de tantos delitos,
quien debe sufrir las penas.
Pero ya que has querido 
padecer tanto por mí,
consígueme por tus méritos
un gran dolor de mis culpas y paciencia
para soportar los trabajos de esta vida.

Siempre serán muy leves para mí,
que tantas veces merecí la condena.