María, estrella de la mañana

San Antonio de Padua



Te rogamos, Señora nuestra, que tú, Estrella de la mañana, alejes con tu esplendor la niebla de la sugestión diabólica, que cubre la tierra de nuestra alma;
tú que eres la luna llena, llena nuestro vacío,
ahuyenta las tinieblas de nuestros pecados,
a fin de que merezcamos llegar a la plenitud de la vida eterna, a la luz de la gloria imperecedera.
Ayúdenos el Señor, que te creó para que seas nuestra luz; el que, para nacer luego de ti, hizo que nacieses tú.
A él es dado el honor y la gloria por los siglos de los siglos. 

Amén.