Salve, llena de gracia

Mons Oscar Alzamora

 

Salve, llena de gracia,
tu perfecta apertura a la palabra de Dios 
mereció que él tomara carne de tu carne
y se abriera así la vía a la salvación del mundo.
En el mismo acto
por el que llegaste a ser madre de Dios, 
fuiste constituida madre universal nuestra.
Henos aquí, fraternalmente unidos, 
dispuestos a renovar la alianza
por la que te nos has dado como madre
y nos hemos dado a ti por hijos,
según la voluntad del Padre.
Forma a tu Hijo en nuestros corazones, 
y haz así de nosotros perfectos colaboradores
en tu tarea de darle al mundo cada día.
Reúne a la humanidad en torno a tu Hijo,
que es su Paz, su verdad,
para que los hombres, al reconocerte madre,
reciban de ti al que es la Vida, 
y se descubran hermanos. 

Amén.