Preces. solemnidad de la Santísima Virgen María, Madre del Carmelo

 

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Al celebrar la solemnidad de la Santísima Virgen María, Madre de Dios y patrona nuestra, supliquemos confiados a Cristo, el Señor, diciendo:

Por intercesión de la Madre del Carmelo, escúchanos, Señor.

Tú, que dijiste: “Dichosos los pobres de espíritu”
- haz que imitando a María, que sobresale entre los humildes y pobres del Señor, merezcamos poseerte a ti como a nuestra única riqueza.

Tú, que dijiste: “Dichosos los limpios de corazón”,
- concédenos amar la pureza del alma y arder en deseos de contemplar la faz de nuestro Padre.

Tú, que dijiste: “Dichosos los que crean sin haber visto”,
- haz que peregrinando en la fe con María, dichosa porque creyó, vivamos unidos a ti confiando plenamente en tu amor.

Tú, que dijiste: “Es preciso orar siempre sin desanimarse”
- enséñanos a orar, perseverando unánimes con María en la oración.

Tú, que dijiste: “Amaos unos a otros como yo os he amado”,
- concédenos que, consagrados con María a la obra de la redención, entreguemos la vida por nuestros hermanos y tengamos un solo corazón y una sola alma.

Tú, que dijiste: “Este es mi deseo, que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy”,
- por intercesión de María, concede a los difuntos que, juntamente con Ella, se alegren contigo en la gloria del Padre.