Madre de Dios y Madre nuestra: te contemplamos al pie de la Cruz en el
quinto misterio doloroso del Rosario.
Tu entiendes como nadie el misterio de la Cruz de tu Hijo porque te has
dejado invadir por el amor de Dios sin condiciones y porque has hecho de
tu vida una hostia de amor.
Ayúdanos a dejarnos amar por tu Hijo que nos llama a entregarnos
amorosamente a Él. Que comprendamos y aceptemos la centralidad de la
Cruz.
Fuente: cofradiarosario.net