Madre de Dios y Madre nuestra. Nos comprometemos a vivir con el Rosario
en el corazón, en los labios y en las manos. Que la meditación de los
misterios del Rosario nos ayude a perseverar en la unión con Cristo. Que
el Rosario sea nuestra defensa para superar las dificultades del camino,
para ser santos y para alcanzar la salvación.
Fuente: cofradiarosario.net