Oración a la Madre de Dios

Autor:

 

Oh María,
una espada terrible atravesó tu santa alma.
A excepción de Dios, nadie conoció tu dolor.
Tu alma no se partió;
fue fuerte porque estaba con Jesús.
Dulce Madre,
une a Él mi alma, porque solamente
así resistiré las pruebas,
y sólo mis sacrificios de cada día,
unidos a los de Jesús,
serán aceptados por Dios.
Madre dulcísima,
que la espada del dolor jamás me abata.
Oh Virgen pura,
derrama coraje en mi corazón
y vela por él.
Amén.