¡¡Quédate siempre en mi corazón Inmaculado!!

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Recuerda las palabras de la Santísima Virgen:
“Hijo mío amadísimo, ¿por qué te turbas?
¿Por qué a veces pierdes la paz?...
Permanece siempre en mi Corazón y en todo momento encontrarás la paz. 
¡No te preocupes por lo que debas hacer!
Todo el que se ha consagrado a Mí me pertenece totalmente y no puede en Ningún momento de la jornada disponer de sí libremente.
Si amas, si eres todo mío, si eres mi consolador,
¿cómo puedes tener aún problemas personales?
¿Cómo puedes querer o desear algo?...
Tú serás feliz cuando permanezcas siempre y en todo momento en mi Corazón Inmaculado...
Te sientes pequeño y es verdad. 
Te sientes pobre y te ves lleno de defectos; te parece que no tienes nada que darme ¡Tu amor me basta! No quiero otra cosa se ti.
Te tomaré Yo misma de la mano y haremos junto todo.
Estando Conmigo, te diré en cada momento lo que me gusta que tú hagas y entonces tu obrar será seguir siempre mi querer...