Santa María, vida, dulzura y esperanza nuestra

+ Juan José Omella Omella.Obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño

 

11 de septiembre de 2005

Santa María, Virgen de Valvanera, aquí estamos de nuevo tus hijos de La Rioja, en este comienzo del curso pastoral. Aquí estamos, felices contigo, en esta jornada de convivencia familiar, bajo tu mirada de madre. Este año reviste una especial significación. Recordamos y celebramos con gran alegría la fecha en que, hace 50 años, fuiste coronada como Reina y Señora de toda La Rioja, como Madre de Dios y también madre nuestra, como consuelo y esperanza de todo tu pueblo santo.


Es cierto que en cada rincón de nuestra geografía, en cada pueblo de nuestra región, en el corazón de cada riojano, se te ama y honra con mil preciosas advocaciones: del Carmen, de la Antigua, de la Vega, del Burgo... Pero, cuando en La Rioja te llamamos Valvanera, reunimos como en un manojo de flores todos tus nombres... y todas las miradas de todos los riojanos convergen en este lugar entrañable y santo, en esta casa tuya y de todos los riojanos.


Aquí, en casa, en tu casa, podemos percibir la ternura de tu entrañable amor. Aquí nos recuerdas siempre que tu corazón de madre nos quiere ver a todos unidos, trabajando para que la Buena Nueva de Jesús, tu Hijo, siga sembrándose en esta buena tierra de la Rioja; para que sigamos esforzándonos en lograr que los riojanos, y cuantos han venido a vivir a nuestra tierra, acojamos con inmensa alegría la buena semilla y la esperanza del Evangelio de Jesús, la guardemos en el corazón y la defendamos. Así podremos dar los frutos del Espíritu: la santidad, la paz, la justicia y la libertad.


Santa María, Virgen de Valvanera, Patrona de la Rioja. ¡Felicidades en este 50 aniversario de tu coronación canónica! Ojalá sepamos aprender de ti, en cada circunstancia de la vida, a escuchar siempre la Palabra de Dios y cumplirla. Que la celebración de este aniversario haga crecer en nosotros tu modo de vivir, tus actitudes ante Dios y ante los hombres, tus virtudes, pues eres nuestra madre y, por tanto, nuestra maestra, la primera y ejemplar discípula en la escuela del Evangelio.


Y en este día grande de tu fiesta venimos también a poner en tu regazo, como primicia, algo muy querido para nosotros: el Plan Pastoral Diocesano que hemos preparado, laboriosamente, como fruto ilusionado del Sínodo Diocesano que se celebró en el año 2001. Este Plan quiere ser el camino de esta Iglesia que peregrina en La Rioja, por el que encaminemos los pasos a lo largo de los próximos cinco años.

 

Este Plan Pastoral es como el agua con la que los sirvientes llenaron las tinajas en las bodas de Caná de Galilea. Los sirvientes sólo pusieron agua; pero lo hicieron con actitud obediente y tratando de observar qué hacía Jesús, tu Hijo, el Mesías de Dios, nuestro Salvador. Y siguiendo tus indicaciones de madre, Jesús hizo el gran milagro de convertir el agua en excelente vino, como nuestros vinos de Rioja. Un vino que alegró el corazón de los invitados y que hizo que esa boda se convirtiese en la más famosa de todas las bodas de la historia de la humanidad.


Santa María de Valvanera, ampáranos, protégenos. Te consagramos nuestras vidas y nuestra tierra a Ti, la Theótokos, la Madre de Dios y madre nuestra, clemente y dulce Virgen María.

 

+ Juan José Omella Omella

Obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño