Festividad de la Virgen del Carmen, Carta Pastoral del Arzobispo de Santiago de Compostela. "El mar, reto de solidaridad"

Mons. Julián Barrio Barrio Arzobispo de Santiago de Compostela

 

16 de julio de 2003

“Queridos diocesanos:
La Asamblea Nacional del Apostolado del Mar, celebrada en Tarragona en los días 24-27 de abril, ha propuesto este lema para nuestra consideración al celebrar la fiesta de la Virgen del Carmen.

Respuesta solidaria

Todos hemos percibido, con motivo del hundimiento del Prestige, que el mar no separa, sino que une. Miles de jóvenes y adultos han acudido en apresurada y generosa ayuda. Toda España se conmovió y se transformó en actitud de solidaridad, referencia esta que ennoblece la condición humana. Unos días después de ese lamentable suceso, el 17 de noviembre pasado, enviaba una nota a los medios de comunicación, en la que entre otras cosas manifestaba: “Son momentos para estar abiertos a las instancias de solidaridad, reconociendo también las diversas responsabilidades que pudieran haber a efectos oportunos. Este Arzobispado quiere mostrar su cercanía solidaria y fraterna a todas las personas que de una o de otra manera se ven perjudicadas por esta catástrofe ecológica, en la dimensión económica, social y ambiental.... Todo esfuerzo y diligencia serán pocos a la hora de evitar la degradación de los recursos naturales básicos, como son el agua, el aire y la tierra”. La sensibilidad humana y la respuesta solidaria nos sorprendieron gratamente a todos.

Ocasión de agradecimiento

Nadie mejor que vosotros conoce la dificultad y la dureza de los trabajos en el mar. También en esta ocasión habéis trabajado con el temple necesario, con la fuerza de vuestras manos y con vuestra inteligencia para evitar las peores consecuencias. Os habéis ganado el afecto y la simpatía de todos, sintiéndose sensibilizada nuestra sociedad con los problemas del mar y con la defensa de los derechos de quienes viven de los recursos del mismo. Los acantilados y las playas de nuestro litoral se han hecho familiares en toda España y también más allá de nuestras fronteras, y ahora vuelven a ofrecer la imagen que deseamos que tengan. Estos días de fiesta en honor de la Virgen del Carmen son también una buena ocasión para manifestar el agradecimiento a las personas y a las instituciones que han estado tan cercanas con el apoyo espiritual, con su presencia personal y con la ayuda material.

Devoción a María

Mis encuentros pastorales con vosotros me han llevado a descubrir que una referencia fundamental de la identidad de las familias marineras radica en el profundo amor a la Virgen del Carmen. Esta devoción y sus manifestaciones son como la expresión religiosa y cultural de la fe de marinos, marineros y pescadores. Todo ello me lleva a recordaros las palabras que el Papa, hace casi tres meses, dirigió a los jóvenes en el aeródromo de Cuatro Vientos, en Madrid cuando les dijo: “María, además de ser la Madre cercana, discreta y comprensiva, es la mejor Maestra para llegar al conocimiento de la verdad a través de la contemplación. Sin interioridad la cultura carece de entrañas, es como un cuerpo que no ha encontrado todavía su alma... Sin interioridad el hombre moderno pone en peligro su misma integridad”. Este convencimiento nos ayudará a mantener nuestra propia identidad cristiana. Ante las pruebas y dificultades de nuestra existencia, siempre encontramos en la Virgen María la seguridad de su maternal protección a la que hemos de corresponder con nuestro filial amor. En esta fiesta hago mía la bella expresión poética del que fue mi antecesor, el Arzobispo Lago González que cantó de esta forma a la Virgen del Carmen:

“Virxe do Carme bendita, 
miña nai, 
na fala da miña terra, 
fala de quen sabe amar, 
heiche decir que te adoran... 
e que che queren María 
moito máis, 
ca se queren a sí mismos, 
ca lle queren ó seu chau 
ca lles queren ós seus mortos, 
e lles queren a seus pais

Y-os gallegos que non deixan
o seu lar
y-os que van d’aquí moi lonxe, 
Virxe Santa, nosa nai, 
non te esquecen, son teus fillos, 
non che poden querer máis”.

Os deseo una gozosa fiesta y me uno en oración a todos vosotros, recordando a quienes el Señor llamó a amarrar su barca en el puerto de la vida eterna, y pidiendo que la celebración religiosa en honor de la Virgen del Carmen avive las raíces de nuestra fe, anime nuestra esperanza y nos mantenga constantes en la caridad. Os invito a aprender de María, Madre de la Iglesia y Maestra experta en el Evangelio, y a contemplar en el rezo del Santo Rosario los misterios de nuestra salvación.

Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor,

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.

Fuente: Arquidiócesis de Madrid