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Día de las Gentes del Mar. "María en la Eucaristía"
+ Antonio Ceballos Atienza. Obispo de Cádiz y Ceuta
Mis queridos diocesanos:
El día 16 de julio, festividad de Nuestra Señora del Carmen,
Estrella de los mares, celebra la Iglesia en España el Día de las
Gentes del Mar. La Iglesia se siente solidaria y tiene muy presente
los problemas de las gentes del mar. En este día os invito a entonar
algunas estrofas del cántico de Daniel: Aguas del espacio, bendecid
al Señor.... mares y ríos, bendecid al Señor..., gentes del mar y
del apostolado del mar, bendecid al Señor... ensalzadlo con himnos
por los siglos (cf. Dn 3).
1. Día de las gentes del mar
Es necesario que en esta jornada de las gentes del mar y siempre, en
una diócesis con un amplio litoral como la nuestra, conozcamos y
tengamos presente la situación de las gentes del mar.
La relación especial del marinero, el pescador, sus familias y todas
las gentes del mar, con el medio ambiente marino, hace que sean
ellos mismos los primeros en darse cuenta de la situación en la que
hoy viven las gentes del mar.
El penoso trabajo diario de todo marino, siempre con las mismas
tareas, bien en los puertos extraños con las distintas lenguas y
culturas, bien lejos de casa y de las personas queridas, hace que la
vida del marinero llegue a ser muy solitaria, y cuando el corazón
siente el tormento de la soledad se espera una respuesta generosa de
acompañamiento alegre.
La comunidad marítima, que está zarandeada por los vientos de
problemas personales y las incertidumbres económicas y laborales, y
alejados de la ruta por las corrientes de una sociedad altamente
materialista y presionada, sin duda que también se siente temerosa.
Ante esta situación una de las respuestas que se puede promover y
realizar, es hacer lo que hizo Jesucristo, el Señor, que acompañó a
sus discípulos en sus barcas, les ayudó en sus trabajos y calmó la
tempestad. Así la Iglesia acompaña a sus marineros, teniendo cuidado
de sus necesidades espirituales y de todos aquellos que por diversas
razones viven y trabajan en el mundo marítimo. Espero que el
apostolado del mar en nuestra Diócesis se lleve a cabo con vigor,
dada la considerable extensión de nuestro litoral.
2. Problemas de las gentes del mar
Es importante recordar que actualmente más de cuarenta millones de
personas viven exclusivamente de la pesca, y que en la marina
mercante están comprometidos más de un millón doscientos mil
trabajadores, en su mayoría católicos, que proceden de los países
más desfavorecidos del mundo. Se trata, pues, como podréis comprobar,
de un sector enorme y crucial, dado que el 90% del comercio mundial
circula por el mar, pero también de uno de los trabajos más
peligrosos, como lo demuestran las noticias diarias de catástrofes
en el mar y de pérdidas de vidas humanas.
3. La vida y cultura de las gentes del mar
La gente del mar es muy plural, se trabaja de ordinario como marino
en barcos mercantes o en barcos pesqueros, en sus diferentes medidas,
o se trabaja como pescador artesanal en la pesca costera de mares,
lagos o ríos. También suelen trabajar en tareas complementarias, en
puertos e instalaciones marítimas y costeras, y la familia de
pescadores que ayudan en faenas.
La cultura de la gente del mar presenta un rostro muy distinto a la
cultura que suelen tener las comunidades que habitan en tierra firme
en relación a la vida flotante de quienes navegan. A su vez esta
cultura tiene expresiones distintas si se trata de marinos mercantes,
de marinos de barcos pesqueros o de pescadores artesanales. Los
marinos militares tienen algunos rasgos comunes con las gentes del
mar que provienen del hecho de trabajar en el mar, aunque su cultura
suele estar configurada principalmente por la cultura de una
organización de carácter militar.
4. Algunos problemas de las gentes del mar en nuestra Diócesis
Como sabéis en estos últimos meses se ha llevado a cabo unos
acuerdos con el vecino país de Marruecos en virtud del cual 19
barcos de Barbate pueden faenar en unas zonas determinadas del
caladero marroquí. La situación, pues, de nuestros pescadores ha
mejorado un poco, pero no del todo, dado que sigue siendo difícil.
Las condiciones del acuerdo no son buenas, ya que no les permiten,
por ejemplo, faenar con luces durante toda la noche, sólo pueden
hacerlo una hora y esto tiene como consecuencia que se limitan mucho
las capturas. Es verdad que el pescado se vende a mejor precio, pero
las cantidades que se capturan fluctúan mucho y lo mismo pueden
tener un día bueno que cinco malos.
Los pescadores que faenan con barcos por nuestras costas, siguen
tirando como pueden, con capturas, unas veces mejores, otras peores,
pero con precios de venta más bajos. Ahora se les presentan unos
meses mejores porque la competencia de los italianos cesa durante
los meses de julio y agosto. A toda esta situación hay que añadir el
alto precio del gasoil que, a veces, provoca que no compense las
capturas con el consumo de carburante.
5. Solidaridad con las gentes del mar
En estos días el Papa Benedicto XVI, en el mensaje que ha enviado al
XXII Congreso Mundial del Apostolado del Mar, inaugurado en Gdynia (Polonia),
decía que espera que este acontecimiento sirva para manifestar la
solicitud eclesial a favor de los que trabajan en el duro sector del
mundo marítimo. El tema del Congreso es atrayente: En solidaridad
con las gentes del mar, testigo de esperanza con la Palabra de Dios,
la Liturgia y la Docencia. El Papa invita a profundizar en los
deseos y las expectativas espirituales y humanas de las gentes del
mar. Seamos nosotros solidarios con las gentes del mar.
6. María en la Eucaristía
Este año el lema para la fiesta de la Virgen del Carmen es María en
la Eucaristía. La Virgen María ocupa un lugar central en la historia
de la salvación. El Papa en la Exhortación Apostólica Sacramentum
caritatis, afirma: Cada vez que en la Liturgia eucarística nos
acercamos al Cuerpo y Sangre de Cristo, nos dirigimos también a Ella
que, adhiriéndose plenamente al sacrificio de Cristo, lo ha acogido
para toda la Iglesia. (...) Ella es la Inmaculada que acoge
incondicionalmente el don de Dios y, de esa manera, se asocia a la
obra de la salvación. María de Nazaret, icono de la Iglesia naciente,
es el modelo de como cada uno de nosotros está llamado a recibir el
don que Jesús hace de sí mismo en la Eucaristía (SC 33). María está
íntimamente ligada a la Eucaristía, sacramento de salvación. Ella
tiene hacia nosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.
Ella es la mediadora entre nosotros y su Hijo. Por eso acudimos a
ella en todas las necesidades. María, Estrella del mar, nos guíe a
todos hacia el puerto de la eternidad.
7. Invoca a María
La devoción de las gentes del mar a la Virgen del Carmen es uno de
los hechos religiosos más notables en la tradición de nuestras
gentes del mar. El amor entrañable de los gaditanos marineros a la
Virgen del Carmen es sorprendente. Ella es la Virgen, Madre y
Patrona, que guía a todos al perfecto conocimiento e imitación de
Cristo. Ella no es sólo modelo para imitar, sino también una dulce
presencia de Madre y hermana en quien confiar e invocar.
Es precisamente San Bernardo el que decía: Cuando la barquilla de tu
vida parezca que va a hundirse, mira a la Estrella, invoca a María.
Invocar a María en nuestras noches en alta mar, cuando las olas
amenazan hundir la barca en la que navegamos, es encontrar respuesta
a toda situación. Invocar a María como Madre, como la mujer más
cercana al Señor, es saber que ella nos conduce a la alegría inmensa
de su corazón. Invocar a María es estar siempre al lado de los que
sufren en la mar porque Ella, Madre de todos los hombres, nos lleva
a vivir entregando la vida a los que sufren.
Que la Virgen del Carmen, Estrella del Mar, a la que en todos los
tiempos, los marinos se han dirigido para pedirle protección, nos
aliente y nos proteja para estar siempre junto a las gentes del mar.
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Cádiz, 10 de julio de 2007.
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