Asunción de la Virgen

Padre Vicente Forcada Comíns, o.p.

a) la Inmaculada, Madre de Dios, no contrajo el pecado original. Por eso estaba exenta de la corrupción de su cuerpo. Y aunque murió, como murió Jesucristo, por exigencias de la redención, fue resucitado su cuerpo y fue llevado al cielo, juntamente con su alma, en donde está junto al cuerpo y el alma de Jesucristo,

Fue un detalle cariñoso del Hijo resucitado. El cuerpo de Jesucristo está glorificado por toda la eternidad. Y tiene un Corazón de carne que ama sensiblemente a su Madre y quiso ser amado sensiblemente por su Madre.

b) Es para nosotros los redimidos, hijos de María, una esperanza gozosa de luz y de felicidad. Somos hijos de Dios que tienen un cuerpo humano, como lo tiene Cristo Jesús. Este nuestro cuerpo, que un día morirá y se corromperá, tiene corazón, que es el instrumento sensible del amor a Dios y a la Madre de Dios. El amor, aunque sea el amor sensible, muy humano, no perece sino que permanece eternamente. Si Jesús quiso tener junto a sí a su Madre para amarla eternamente gloriosa, con un corazón de carne gloriosa, es también normal que la Madre quiera tener junto a sí a todos sus hijos para amarlos con su corazón de carne gloriosa.

c) Por eso la Iglesia la venera como "Madre de misericordia, Vida dulzura y esperanza nuestra". Por eso se aclaman a Ella todos los cristianos, repitiéndole una y mil veces: "Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega por nosotros, tus hijos, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte". 

Fuente: espirituyvida.org