La Inmaculada Concepción 

San Bernardino de Siena 

 

A) La Inmaculada Concepción es la aurora de María 

Solemos aplicarle las, palabras del Cantar (Cant. 10): Quae est ista quae progreditur quasi aurora consurgens?

La belleza de María en su concepción es cuádruple. 

B) Belleza de la Santidad de María en su concepción 

a) Dios comunica normalmente la santidad a los hombres por medio del bautismo. Otro grado superior, de comunicación consiste en que e1 Espíritu Santo santifique directamente a un alma, elevándola a un grado de santidad superior al concedido por los sacramentos y confirmándola en gracia.

En este grado podemos distinguir dos operaciones distintas:

1. Por la una conoce y santifica al privilegiado: Antes de que te formara en las maternas entrañas te conocí; antes que tú salieses del seno materno te consagré (Ier 1,5). Aun cuando parece referirse a la, consagración como profeta, los autores antiguos lo tomaron en el mismo sentido que el Santo. De todos modos la doctrina es la misma.

2. Por la otra operación, no sólo se santifica, sino que se llena del Espíritu Santo, como aconteció a Juan el Bautista, y a los Apóstoles el día de Pentecostés, cuando quedaron confirmados en gracia y defendidos contra toda culpa grave, ya que no contra las veniales e imperfecciones. 

b) Por encima de esta gracia más perfecta existe otra, la de preservar el alma de María, para que no conozca siquiera la sombra de pecado. 

c) Convenía que así fuera en atención a la dignidad necesaria, en la que había de compartir con el Padre el derecho de llamar hijo a Cristo, a la que Éste había de llamar Madre y a aquella en la que el Espíritu Santo había de obrar el misterio de la Encarnación. 

C) Belleza del alma de María debida a las luces que la inundaron 

a) María desde su primer momento fue iluminada por Dios, de modo que en Él mismo penetró el misterio de las cosas y lo que era digno de amor y odio. Las luces de su alma fueron superiores a las de cualquier santo. Desde el primer momento gozó del libre albedrío y cooperó con él a la santidad. Así lo han creído lo Santos Padres de San Juan. Mucho más ha de creerse de María 

D) Belleza del alma de María por la caridad que la adornaba 

Correspondiente al conocimiento que tenía de Dios fue su amor. Allí si que se verificó lo de amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todo su espíritu. 

Esta caridad la hizo desear y pedir la redención y encarnación del Verbo. Ella sola ejerció más presión que todos los patriarcas y profetas. Sin embargo, nunca supuso qué pudiera ser ella la Madre, porque a ninguna otra criatura se le dio, como a Ella, el conocer la nada de todo cuanto no sea Dios.

E) Belleza del alma de María por la sumisión de la carne 

Los justos dominan la concupiscencia en proporción a su unión con Dios. En los casos de mayor unión, como el éxtasis, es imposible que la sientan. María alcanzó la más plena unión.

Cristo no tuvo el 'fomes peccati'. María lo tuvo aherrojado por la gracia.

Por ende, careció incluso de aquellos pecados veniales que se introducen furtivamente por algún movimiento desordenado.

Fuente: homiletica.com.ar