Jesús y su Madre

Padre Tomás Rodríguez Carbajo


1.- Jesús afable y delicado con las mujeres.

- Jesús se portó excelentemente con todas las mujeres que salen en el Evangelio. Siempre las defendió.

- Su comportamiento llama la atención de:

. Los Apóstoles, cuando le encuentran hablando con la samaritana. "Los discípulos se decían unos a otros: ?Le habrá traído alguien de comer?" (Jn. 4, 33).
. Simón, al dejarse tocar Jesús por la Magdalena. (L.c. 7, 37-39).
. Los enemigos al acusarle de ser amigo de prostitutas y publicanos.

- Ante la madre:

.Se enternece ante la viuda de Naín. (L.c. 7, 13).
.No le reprocha el atrevimiento de Salomé, la madre de Santiago y Juan. (Mt. 20, 20-23).
.Se deja ganar por la cananea (Mt. 15, 28), quien no se dejó ganar por ningún doctor o emisario tramposo.

- Jesús guardaba las distancias, pero va más lejos de lo que iba la sociedad de entonces.

. Defensa indirecta de la mujer adúltera, acusada. (Jn. 8, 11).
. Defensa de la Magdalena, se deja tocar y acepta el perfume. (L.c. 7, 40-50).
. Con la samaritana acepta el reto de su vida, su desparpajo, su querer hablar y callar. (Jn. 4, 5-26).

2.- Jesús y su Madre.

- Las frases que encontramos en el Evangelio dirigidas por Jesús a su Madre parecen displicentes, aunque hay que saber sacar las lecciones, que de ellas se deducen.
- La respuesta que da, cuando se pierde en Jerusalén a los 12 años, (L.c. 2, 48-49), es rayana con la brusquedad, da la impresión de desagradecido ante la preocupación de los padres; sin embargo no conlleva desdoro hacia su Madre (= María), sino delirio hacía su Padre (=Dios). Jesús estaba absorbido por el proyecto salvador de Dios.
- En las bodas de Caná la respuesta de Jesús parece un correctivo que hace a su Madre (Jn. 2, 3-4), sin embargo son varias las lecciones que se deducen del diálogo entre Jesús y María:

. Para unos el Evangelista nos quiere enseñar el poder de intercesión de María.
. Para otros la comprensión y confianza mutua, por ello dice a los criados que sigan las indicaciones de Jesús.

- Cuando alguien le indica que allí entre los oyentes están su madre y sus parientes (Mt. 12, 47-50), la respuesta de Jesús da la impresión de un desarraigo familiar, como reflejo del abandono de la residencia de Nazaret y su instalación en Cafarnaúm (Mt. 4, 17) al comenzar su vida pública; sin embargo nos da la lección de que en el reino de los Cielos hay vínculos que son más fuertes que los de la sangre. María tiene ambos.
- Cuando alguien entre la muchedumbre irrumpe en un elogio a su madre por el entusiasmo que le suscita la predicación (L.c. 2, 27), la respuesta de Jesús parece que es de poca consideración para con María, sin embargo el elogio que hace, le cae de lleno, pues, Ella no sólo escuchaba la Palabra de Dios, sino que la cumplía, pues, el "SÍ" de la Anunciación es una muestra de ello.
- En el momento crucial del Calvario, cuando Jesús se dirige a María (Jn. 19, 26-27) con la palabra ?Mujer? y no "Madre" da la sensación de un corazón endurecido. Jesús en aquellos momentos hizo más que preocuparse del futuro material de su madre, dejando en manos de Juan su cuidado, si se tratara de una encomienda material seria lógico el de "he ahí a tu hijo", pero añadió "he ahí a tu madre". Es lógico que se trataba de una maternidad distinta a la carnal, pues, allí cerca estaba la madre terrena de Juan. Desde la antigüedad los cristianos han visto en el "discípulo amado" a toda la humanidad representada. Allí es proclamada María Madre de la Iglesia, que nace del costado abierto de Cristo.

Jesús siempre consideró a la mujer, y mucho más a María, pues, entre todas la eligió para que fuera su Madre.
La impresión, poco favorable, que algunas palabras de Jesús nos pueden producir, profundizadas en su sentido pleno, nos descubren al Jesús hijo, pero también Salvador, en cuyo Reino de los Cielos María ocupa el segundo lugar después de su Hijo.