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La Solemnidad de Maria
Woodeene Koenig-Bricker
MARÍA es honrada por
múltiples títulos y nombres, pero su lugar en la historia está asegurado
por un solo y único hecho: aceptó convertirse en la madre del Mesías. En
esencia, todo el renombre de
Maria descansa en su maternidad.
Pero Maria no es simplemente la madre de Jesús. Es también la madre
espiritual de todos los que siguen el-camino de su hijo. El PapaJuan Pablo
Il, que dedicó su sacerdocio a Maria, afirmaba en su encíclica
Redemptoris Mater: «La madre de Cristo, que se halla en el centro mismo
del misterio -un misterio que abarca a cada individuo y a toda
la humanidad-, es dada como Madre a todo individuo y a toda la
humanidad... [Maria] es claramente la madre de los miembros de Cristo...
pues ella cooperó por amor para que los fieles pudieran nacer en la
Iglesia.
Al empezar un nuevo año, es conveniente que veamos a María como ejemplo
de la importancia de la maternidad para la humanidad.
Con mucha frecuencia olvidamos que una madre, en el más pleno y
verdadero sentido de la palabra, es. esencial a la continuación de la
raza
humana.
Aunque no toda persona está llamada a ser madre en el sentido biológico,
todos estarnos llamados a ser dadores de vida y portadores de amor. y
¿acaso no es eso una madre realmente, una persona deseosa de alimentar
la vida y el amor? ¿No es eso acaso lo que el mundo realmente necesita?
¿En qué modo puedo emular a María como dador y sustentador de la vida?
¿Cómo puedo modelar mi vida conforme a la de María?
Fuente:
365 Meditaciones con la Virgen María
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