"Hágase en mí según tu palabra"

Santo Tomás de Villanueva

Hágase en mí segun tu palabra, dijo, y al punto,
con esta palabra, el Verbo se encarnó en su seno.
¡Oh fiat poderoso, oh fiat eficaz, oh fiat sobre
todo otro fiat, digno de perpetuo honor!
Con la palabra fiat fue creado el mundo, con
esta palabra hizo el Altísimo las criaturas celestiales
y terrenales; pero en el mundo no ha resonado,
ioh bienaventurada Virgen!, otro fiat como el que
tú pronunciaste.
En efecto, ¿qué sucedió? ¿Quién puede decir lo
que sucedió? La naturaleza se queda asombrada,
el juicio suspenso, el sentido se embota, enmudece
la lengua, la razón desfallece, el entendimiento no
puede comprender lo que sucedió en María al pronunciar aquella palabra: hágase en mí según tu palabra, pues al instante, al sonido de esta palabra,
el Verbo se hizo carne; de repente, por obra del
Espíritu Santo, se formó de la purísima sangre de
María el cuerpo santo del Señor; se vio organizado,
animando y unido al Verbo de Dios en el mismo
instante.
¡Qué eficacia tuvo aquel fiat!
Dijo Dios: Sea hecha la luz, y la luz quedó hecha;
dijo María: Hágase la luz, y la luz fue hecha.
Dijo Dios: Haya un firmamento en medio de las
aguas; dijo María: Fiat el firmamento en medio de
los pecadores. Dijo María: Fiai el Verbo carne Dios
hombre, y se hizo. '
¡Oh poderosa voz la de Maria!".

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