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30
días con la Redemptoris Mater
Padre
José Cristo Rey García Paredes cmf
Día 26: La respuesta de María a la Recelacón y vocación de Dios
María
es la primera en participar de esta nueva revelación de Dios y, a
través de ella, de esta nueva autodonación de Dios. Por eso
proclama: «Ha hecho obras grandes por mi; su nombre es santo».
María es consciente de que en ella se realiza la promesa (RM,
36).
¿Qué
respuesta da María al Dios que la llama, que se le revela? Ningún
relato de vocación termina con una fórmula tan expresiva de
plena adhesión a la voluntad del Señor como aquella con la que
María se adhiere al plan divino: «Heme aquí, soy la sierva del
Señor, cúmplase en mí lo que has dicho». La acogida de María
a la propuesta vocacional de Dios se expresa además en el
admirable paralelismo que se da entre las palabras que relatan la
vocación y el cántico del Magníficat. Gabriel le pide a María
que se alegre, y María responde: «Se alegra mi espíritu en Dios».
El ángel le dice que ha hallado gracia a los ojos de Dios, y María
lo reconoce diciendo: «Ha puesto los ojos en la humillación de
su esclava» Le es anunciado que su Hijo será «grande», y María
exclama: «Engrandece mi alma al Señor».La encíclica resalta
que María, en la anunciación, recibe la nueva y definitiva
revelación de Dios; revelación en la que Dios no sólo se da a
conocer, sino que se «autodona». María se ve agraciada con la
verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre. María se
descubre a sí misma en el centro mismo de la comunicación
reveladora de Dios al Pueblo; «es consciente de que en ella se
realiza la promesa hecha a los padres» (RM, 36).
ORACION:
Cuando
nos llamas, Padre, origen de toda vocación, te revelas a nosotros
y nos comunicas tu vida; María acogió sin reservas tu llamada,
tu autodonación, y quedó plenamente vivificada por ti hasta
convertirse en una nueva Eva, madre de los vivientes; ábrenos a
ti, que tu Espíritu dilate nuestro corazón para acoger tu vida,
tu palabra, y quedar así divinizados y santificados. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Fuente:
ciudadredonda.org
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