Dichosa por el Fruto...

 

P. Antonio Márquez Fernández, S.D.B.

 

 

Dichosa por el Fruto de tu seno
serás siempre, limpísima María.
Mientras la humanidá estaba vacía
tuviste de Favor el pecho lleno.

Eres fúlgido huerto y prado ameno,
hontanar de la gracia y la alegría.
Refulge en tu interior la melodía
de Dios y en tu mirar dulce y sereno.

Mujer, a la que Dios ha bendecido,
predilecta entre toda criatura,
cauce y puente y vereda y Medianera.

Oh atanor de ternura, oh blando nido
oh mi vida y mi fuente de blancura,
baja y limpia, Señora, mi ladera.