Anunciación- Encarnación 

 

P. Antonio Márquez Fernández, S.D.B.

 

 

La cosa arcana fue y al par sencilla.
La luz jugó con la tiniebla oscura,
el Cielo descendió a la tierra impura
y el oro se mezcló a la vil arcilla.

La blanca rosa, (¡oh rara maravilla!),
se abrió cabe la zarza hirsuta y dura.
Se halló el ave con el azor segura
y... ¡alcanzó Dios la humana y ciega orilla!

Como el delgado junco cede al viento,
así la Niña a la Palabra alada
del Angel se dobló. ¡Oh sometimiento

que volvió a la Natura transformada!
¡Oh anuncio de cristal! ¡Oh Sí de oro!
¡Oh Fruto de ambos, del mortal decoro!