La Virgen de Don Bosco

 

P. Antonio Márquez Fernández, S.D.B.

 

 

Si duerme, con amor sueña con Ella
y si vela, encamina Ella su paso.
La amó desde su infancia hasta su ocaso
y en su frente Ella fue radiante estrella.

De su ardoroso pecho tal centella
saltaba el Nombre de Ella en todo caso.
Jamás obra emprendió por mero acaso,
que siempre le guió su Lumbre bella.

En todo instante fue su AUXILIADORA,
su norte y meta y quicio y puerto y guía
y luz del pensamiento y melodía...

Con emoción, mirando a la Señora:
“¡TODO LO HA HECHO ELLA!" dijo . ¡Todo,
con solícito afán, materno modo!