Inmaculada

 

P. Antonio Márquez Fernández, S.D.B.

 

 

En el cielo cosida tu mirada,
la nieve de tus manos sobre el pecho,
bajo tu pie letal dragón maltrecho,
índigo manto al aire, veste albada.

Eres la Inmaculada, constelada
noche de gracias, de Dios lecho
florido, cuando quiso en nuestro techo
vivir, bajar a la humanal cañada.

Proyecto del Señor, nueva criatura,
del venidero tiempo fuente y vena,
nupcial Sión y de la Iglesia gloria;

en tenebrosa cuenca estrella pura,
frutal oasis en la yerma arena,
honra del suelo, honor de nuestra escoria.