Madre María

 

Camilo Valverde Mudarra

 

 

Sin ti, Madre mía,
me voy gastando 
cada día, día a día, 
me voy helando
en esta vida fría. 
Todo me fue cercando, 
sin saber qué traía,
todo me fue pesando
sin saber qué quería.
Vendrá del misterio
que yo desconocía; 
todo me va abandonando
hasta quitarme la alegría.
Larga carrera ardiente, 
nadie perdona nunca, 
nunca cesa la sombra.
María, Madre mía,
acógeme, sálvame,
líbrame de esta agonía.