Se rasgaban

 

Camilo Valverde Mudarra

 

 

Se rasgaban las fibras más profundas, 
atenazaba el temor
males rígidos y feroces 
ladraban alrededor
pero nunca tan cerca y atroces.
Quebrada el alma, rota en sus coyundas 
sangraba en el terror,
penaba íntimos temores;
pululaba el temblor
pero jamás con tan duros aguijones.
Truncaron nuestra vida, 
nos partieron el corazón
y sin alma y sin vida 
sólo era esperar y rogar con tesón,
a María, Madre, repetidamente,
encarecidamente.
Aguardar, sostener la herida,
soportar, guarnecer la razón,
aguantar, padecer,
penar y doler con unción
confiar en la blanca amanecida
era la única solución,
sólo era esperar la salida,
inmolarse en el dolor,
esperar y rogar
repetidamente,
encarecidamente, 
silenciosamente. 
Y María oyó y concedió.